hay como un ruido de campanas
y una tormenta
el viejo escalofrío viene a tocar las sienes
es un hacha en el vientre bajo
la mirada que se abre hacia una multitud
me preguntaba si dormido en la escollera
como un vagabundo
fuiste desmesuradamente tierno
o apabullante
si cuando mojabas la punta del cigarro
te hacías marrón o sin sentido
todo esto es presagio
pero en la almohada hay muros
salitre
verano de medias caídas hasta los tobillos
redondeces
tendrás fiebre. punto. será así. dos puntos.
como viudos nos dejarás
y boquiabiertos
sábado, 24 de mayo de 2008
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