domingo, 28 de febrero de 2010

ENTREVISTA A CAETANO VELOSO


Difícil determinar en una trayectoria tan extensa como la del brasileño Caetano Veloso (Bahía do Santo Amaro, 1942) y sobre todo en el friso que confina su obra al alabado ecleticismo que lo ha convertido en uno de los artistas fundamentales de su país y, por qué no decirlo, del mundo musical contemporáneo, si existe algo que pueda definirse como un sonido clásico.

Sin embargo, su reciente trabajo Zii & Zie (Tíos y tías en italiano), remite a un Veloso en estado natural. Como si toda su obra hubiera pasado por un colador del tiempo y la materia de sus canciones nuevas nos recordara al Caetano contestatario y profundo de Circulado (1991) de Tropicalia (1993), de Livro (1997), incluso (aunque con menos lirismo y despojado ya del trágico perfume existencial que solía rodearlo en su juventud) de Transa (1972), su obra más desgarrada.

El artista más intelectual de la MPB (como a menudo lo define su gran amigo Gilberto Gil) es otra vez el hombre lúcido que se obliga a pensar el mundo en el que vive y a enmarcarlo mediante dardos certeros que alargan su vida en el debate planteado por textos y lemas que demuestran que Caetano se ha hecho viejo, pero nunca indiferente. Es ese Caetano que el que disfrutará el público mexicano el 19 de marzo en su hogar de siempre, el Auditorio Nacional. Aquí, como lo revela en esta entrevista para KIOSKO, visitará Teotihuacan y se sorprenderá una vez más por el interés del público local por su obra.

¿Cómo se siente con la marcha atrás de Obama en el tema Guantánamo?

No me sorprende. No esperaba otra cosa. Cuando canté “Base de Guantánamo” la gente me decía que la canción pronto estaría pasada por los acontecimientos y yo contestaba que ojalá fuera así. La canción no perdería nada y nosotros ganaríamos un paso en la dirección deseable. Yo había leído artículos que mostraban la complejidad de la situación y que no iba a ser fácil. Sin embargo, que Obama haya intentado un boceto de cambio en el enfrentamiento del problema es ya un avance.

¿Qué cosas con respecto a su profesión le hizo pensar la muerte de Michael Jackson? (según sus declaraciones a “O Globo”)

No me acuerdo lo que dije a O Globo. Sé que Michael Jackson siempre le hizo a uno pensar sobre el significado de la figura del músico pop. Era un talento inmenso, una personalidad única. Fue un gran personaje trágico de nuestro tiempo y en él, uno podía ver con claridad tanto lo maravilloso como lo terrible del show business.

¿Sobriedad y clasicismo son palabras que definen a “Zii & zie”?

Yo no las rechazaría. Sin embargo, nunca se me ocurrieron, mientras hacíamos el disco o después. Pero el trabajo con la banda es concentrado y las composiciones desde que empezamos a hacerlas son sucintas.

Leí por ahí que con este disco usted al fin había madurado musicalmente, lo que sin duda lo remitía a su juventud. ¿Es un disco circular, cree usted (con todo lo que tiene de trascendente lo circular en su obra)?

No veo mucho como circular (excepto, claro está, el objeto físico). Sé que reasumo explícitamente mis relaciones con el rock, que vienen de mediados de los años ‘60, del periodo tropicalista, pero ya lo había hecho en Velô, en Estrangeiro y en Transa. El diálogo con el rock es recurrente - claro que mucho es recurrente en el trabajo de uno-, pero me siento siempre yendo para adelante.

La producción de Moreno es minimalista y por tanto más concentrada, más honda, ¿coincide?

Sí. Moreno es muy concentrado. Tiene algo de sabio. En Cê y en Zii e Zie fue una presencia determinante en el estudio, aunque estuvo lejos de los arreglos y de la composición.

¿Buscó un sonido así: concentrado, abigarrado, como si fuera un Veloso en estado puro?

Sí. La verdad es que no lo puedo negar. Y Moreno me hace más Veloso.

¿”Zii & zie” es un disco de cantante en la honda expresión del oficio?

Lo imaginé así, pero no logré grabarlo así: los sonidos son ejecutados y captados de manera ejemplar, pero mi voz no está tan relajada. En el show sí se oye un repertorio para cantante.

¿Tiene muchos tíos y muchas tías? ¿Fue un homenaje a ellos el título del disco o sólo por el sonido de esas palabras en italiano?

Conocí a muchas tías, pero quería una expresión italiana con un sonido sorprendente y enigmático.

Hablando de familia, la verdadera estrella de la familia es Doña Canó

Sin duda. Ella es más querida que yo y Maria Bethânia (famosa cantante, hermana de Caetano) juntos: la gente que me quiere, la gente que se apasiona por Bethânia y la gente que no nos quiere a ninguno de los dos, todos quieren a mi madre. Y la verdad es que por lo buena y sincera que es, lo merece.

¿Lo regañó mucho Doña Canó cuando criticó a Lula?

No. Leí en los periódicos que ella quería pedir disculpas a Lula y que no concordaba conmigo. La llamé por teléfono (a ella y a mi hermano que es del PT, el partido de Lula) y no me regañó. La verdad es que en la entrevista que causó tanto escándalo, yo decía cosas positivas sobre Lula. Incluso el “analfabeto” no era negativo. Creo que es una gloria para Brasil que hayamos elegido para presidente a un ex-operario que habla como la gente que no sabe leer. Muestra que tenemos hambre de movilidad social y que no tenemos ideas preconcebidas sobre las maneras sociales. Pero en la entrevista yo hablaba no de Lula, sino de Marina Silva, que viene de origen quizá todavía más humilde que Lula, una mujer que solo aprendió a leer a los 16 años - y que habla y escribe en excelente portugués. Me interesaba valorizar también ese otro modo de movilidad social. El problema es que en Brasil uno no puede decir nada que parezca no ser un halago a Lula y empezaron a gritar en mi contra como si hubiera dicho una blasfemia. Mi madre y mi hermano oyeron esos ecos. Cuando hablamos, con la calma habitual, todo quedó esclarecido.

¿Qué le pareció que Lula la llamara por teléfono para tranquilizarla?

Me gustó mucho. Lula es muy cálido y esa es una de las razones porque nos gusta tanto a los brasileños.

Su oposición a Lula ¿encierra el secreto de una desilusión?

No soy opositor a Lula. Creo -y he dicho- que los dos gobiernos seguidos, el de Fernando Henrique Cardoso y el de Lula, han sido una gloria para Brasil. En 1980 si alguien hubiera dicho que ellos serían presidentes - y, más, presidentes exitosos - toda la gente lo hubiera tildado de un optimista sin sentido de la realidad. Lo único que quiero es que sigamos en dirección al futuro sin regresiones y esto significa evitar el superperonismo en que el lulismo puede convertirse (o una versión PT del PRI mexicano) para reafirmar lo que logramos de más moderno. Voté a Fernando Henrique y voté a Lula para que llegaran a la presidencia y a ninguno de los dos para la reelección, pero creo que han sido 16 años buenos. Que no destruyamos lo que logramos construir.

“Terra” explica el drama ecológico, “Haití” el drama de Haití, con gran precisión ¿Usted también siente escalofríos cuando las escucha?

Cuando pasó lo del terremoto en Haití sentí la necesidad de evitar pensar en la canción. El sufrimiento de aquél país es inmpensable. Sin embargo, mi canción habla de escenas vividas en Bahía en los años 1980. Ahora mismo, en el carnaval, volví a ver escenas así, aterrorizantes. Haití es un punto fundamental de las Américas pues lleva a pensar en el destino de la raza negra. Soy descendiente de esclavos - mi padre era mulato. La población de mi ciudad natal es más negra que todo. Pensar en los militares brasileños de la fuerza de la ONU en Port-au-Prince aumentó mi dolor. Para mí es simbólicamente importante que un contingente brasileño, del gobierno de Lula, hiciera algo así. El desastre natural llegó como si fuera el destino diciendo que no, todavía no. Lo único que resta es no desistir. Tengo una relación casi mística con la cuestión. En cuanto al planeta como un todo, soy muy realista y pienso que no se deben ocultar todos los problemas ecológicos y de limpieza y cuidados con la Tierra bajo la única cuestión del calentamiento global. Esta es una cuestión cientificamente controversial y no se pueden olvidar detalles indiscutibles. No desprecio el difícil equilibrio entre economía y ecología.

¿Con esos temas como referencia, piensa que su obra tiene poco peso?

Sí. Las cuestiones tienen peso. Esas canciones tocan algo de ellas, pero no las veo como tú dices que las ves. Las canciones tienen importancia si son relevantes como canciones. La mías me parecen todavía reinventos confusos de un período pre-histórico de la lengua portuguesa, de América Latina y de los países en desarrollo.

¿Tiene el autor de canciones un don premonitorio?

Puede que pasen coincidencias, puede que lo que hay de poeta en los autores de canciones los haga funcionar a veces como antenas de la raza.

¿Qué es la vanguardia para usted?

En Verdad Tropical hay un capítulo llamado “Vanguardia”. No sé si la gente realmente ligada a las vanguardias concordaría con las cosas que he dicho allí. No me gusta mucho el tono militar de la palabra y muchas veces entiendo los modernismos como maneras de preservar la grandeza de las obras de tiempos pasados, pero cuando oigo los argumentos de la reacción me pongo del lado de los que hacen obras experimentales y abren caminos.

Dijo: “No me quedará más remedio que hacer el ACÚSTICO MTV. ¿Cómo será el show, a quiénes invitará, lo producirá Moreno ?

Quiero ver a Moreno y Jaques Morelenbaum involucrados en eso.

¿Tiene alguna idea de México o México es algo vivo en usted?

México era una sensación fuerte antes que yo estuviera físicamente en el país: las películas en mi niñez y adolescencia, los boleros, las rancheras. Cuando finalmente estuve en México, me impresionaron las dimensiones de todo (todo es muy grande), los colores de las casas, la dulzura de la gente en las calles, la arquitectura colonial, la moderna y la pre-colombina (cada vez que voy a la ciudad De México visito Teotiuacan), finalmente el muy sorprendente interés del público mexicano por mi música y mi persona: la primera vez fue antes que saliera el disco Fina Estampa - y la gente que me invitaba temía que el Auditorio Nacional fuera demasiado grande para un concierto mío. Yo hubiera estado feliz de cantar allí para 17 personas, pero a la noche el Auditorio estaba lleno. Canté "María Bonita" y "O Leãozinho" y lo que fuera. Moreno y Jaques estaban conmigo. Quedamos felices. Después vi una estatua en el parque y me pareció que era de Agustín Lara. Salí del coche y vi que sí, lo era - y estaba escrito "A Agustín Lara, de María Félix y sus amigos". Todo el comienzo de mi vida en Santo Amaro me vino a la cabeza y lloré.

¿Siente que tardó en ser aceptado en México más que en otros sitios?

No. No esperaba nada. Cuando estuve ahí por primera vez, ya me bastaba conocer México. Que algunos mexicanos me conocieran era ya demasiado. De todas maneras, nunca esperé que mis canciones pudieran interesar a quienes no hablan portugués. He tenido que acostumbrarme a la idea. Confieso que pensé: tengo que hacer canciones más relevantes, para que esa pobre gente no tenga demasiado menos de lo que espera.

¿Cuál es el sentido de salir de gira para usted en este momento?

Me gusta estar en los sitios que me interesan. Casi siempre los sitios me interesan. Y me gusta cantar para quien quiere oír. Pero no me gusta tanto estar en aeropuertos y aviones. No me gusta estar mucho tiempo lejos de mis hijos: Zeca todavía no tiene 18 y Tom acaba de cumplir 13 (y ahora hay nietos: Moreno tiene dos hijos). Sin embargo, todavía me estimula pensar que puedo decir algo desde el punto de vista de Brasil. Deseo que la gente quiera oír a otros músicos brasileños y conocer la literatura brasileña. Si alguien aprende portugués por causa de las canciones - y llega a leer a Carlos Drumond de Andrade, João Cabral de Mello Neto, Augusto de Campos o Clarice Lispector - es una victoria mía.