domingo, 17 de octubre de 2010

Aceite madre

aceite madre
luna de jabón
arrasa con la herida
esconder la frente en tu regazo
aliento de carabina tragicómica
-muere cobarde y sale una pluma del hocico

madre óleo espiral
transito el horizonte
me vuelvo espantapájaros
tumbo al mago

-hazlo niño
digo
al trueno
que sea como un grito sudoroso
brizna de lodo
que quiebra la armonía del durazno
y lo hace feroz turbado maloliente

ungüento de río verde
lima las púas del dromedario
tengo un monstruo en la almohada:
-muere cabrón
y sale un pasto seco de la cigarrera

la vida es historieta
quieres matar al héroe
para inmolar tu rabia
y sale un pacifista de los rincones
trae pancartas
girasoles de plástico
una proclama

lava dulce en la torre
cruzar los brazos en negación del diablo
retumba un día de aceite madre
óleo trazado por la indolencia de un toro a medio morir
escupe dudoso
y no perece
boquea como sapo en la pirámide
-muere tertulia
y sale un crisantemo de la placenta

estruja bilis de la montaña
próstata de los inviernos que vendrán
todos los días son tuyos
¿qué harás con ellos?
recordarás los tiempos en que los tristes tigres retozaban
llenos de moho los prisioneros huían de tu castillo
pensar en no pensar
olvidar la mazmorra
la fotografía de un buey en celo
la mujer árabe en la gasolinera

aceite
madre
óleo de espuma ríspida
qué nariz olfateará la luna
ese jabón nocturno con que lavas la ciénaga
toda tuya es la arcilla
¿quién vendrá de alfarero?

dirás no conocerme
ignorarás el tedio con que yo dibujaba las cortinas de hule
hablarás de otra sombra
bang bang bang
tiro al centro
y la flecha se unta de un aire empastado
cíclope de trapos virulentos
disfraz de la que fui cuando los días no me trotaban por la piel

hoy es un ritmo de aceite madre
las cosas tienen un viento pegajoso en la memoria
se engarzan a mis dedos las estatuas callosas y volubles
¿qué me quieren decir los inmortales?

espíritu de bruma
querer dormir hasta que la sangre no vomite
los ojos se abren hasta tu plenilunio

todo el aceite es tuyo madre
robo el líquido desde donde partí
hasta esta acera atribulada por guijarros

la claraboya succiona la materia con que recuerdo los días
que eran suyos
no me pertenecían la bufanda ni el sitio de las dalias ni ese muérdago
en cambio
hoy es un día de óleos despanzurrados en el espejo
¿qué esperaré cuando todo me niegue?

no hablarás de mí
no me despeinaré bajo la grama de tu verde mar
olvido la cimitarra de agua que sondea mi cuerpo
en busca de tu rostro
y no diré que en la costilla de tu rojo esqueleto
duerme un volcán que se parece a un ánfora
grita un mastín que es igual a mi sombra

impávidos ante la monotonía de una flecha
que nunca llega al centro
deambulamos sin vértice con dudas
acaso este vaivén nos complete el vacío
y en lugar de ser héroes seamos tristes

aceite madre
lava ungüento bilis
todos los vientos son míos y son tuyos
¿dejarán de mecernos algún día?

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