miércoles, 18 de junio de 2008

NO HUYÓ Y LA PESCARON




La policía halla el cuerpo descuartizado de un francés en una nevera (la víctima fue identificada como Patrick Toudert, de 55 años) es un titular con el que uno puede amanecer tranquilamente en México. Amanecer tranquilamente en un país donde los índices de violencia se miden por segundo, resulta un eufemismo insípido en medio de los alimentos grasosos y picantes que conforman la primera comida del día en suelo azteca. Sin embargo, al aceptar con el escritor local Juan Villoro, que esta es, sin atenuante alguno, una patria post-apocalíptica, la einsteniana relatividad de las personas, objetos y hechos vecinos, adquiere un protagonismo anestesiante. Todo sea por el ejercicio de sobrevivir, actividad que se ha convertido en la favorita de los mexicanos y en un desafío mayúsculo para los no nativos.
Es cierto que Cancún, Acapulco, Playa del Carmen, la ultramericanizada Los Cabos o la casi ecológica Puerto Vallarta, pueden engañar la retina y hacernos creer que estamos en el paraíso que hizo a Hernán Cortés perder la cabeza y a los aztecas y mayas sus reinos legítimos, pero no: estas bellezas naturales son el tesoro que quedó después de que el infierno hiciera nido en estas latitudes, tan lejos de Dios y tan cerca de USA.
El peculiar viaje existencial de Florence Cassez, una rubia preciosa nacida en París hace 33 años, podría describirse como un recorrido desde el mismísimo e ilusorio edén azteca hasta el hoyo más profundo, que es como describen los que nacieron por aquí al territorio de Satanás. ¿Habrá hecho ese balance funesto cuando en el 2005 un juez federal concedió la orden de aprehensión en contra de ella, la hermosa gala, y su entonces novio, el mexicanísimo Israel Vallarta Cisneros? Los muchachos, que tuvieron que enfrentar cargos por el delito de secuestro y delincuencia organizada por su presunta participación en al menos siete secuestros ocupan sendas cunas en distintos penales. Si al jefe de la banda su actividad delictiva le dejó ahorros suficientes como para pagar abogados expertos y caros que han evitado el pronunciamiento de condena, a la compatriota de Sarkozy, en cambio, le cayeron 96 años que deberá pasar tras las rejas, todo eso si no prosperan sus lamentos europeístas en este promontorio de salvajes.

¿Qué le pasa a los mexicanos con las francesas y viceversa?

Una bella ejecutiva, de andar exquisito, cabello rubio y sonrisa de cielo está presa en la ciudad de México, comenzaba una nota en el periódico El Universal. La descripción aplicada a Florence Cassez es sólo un atisbo de lo que puede producir la hermosura de una francesa en el enamoradizo corazón de un rudo y fornido chamaco. Así que vale la pena hacer un paréntesis y sin adentrarnos todavía en la historia de la mujer que puede hacer tambalear las relaciones diplomáticas entre México y Francia, digamos que antes de Florence, otra gala ornamentó los círculos de poder mexicanos. Se trata nada más ni nada menos que de la ex Miss Universo y ex primera dama de Veracruz Christiane Magnani, esposa del ex gobernador Miguel Alemán y una de las que más glamour ha sembrado en la alta sociedad local. Veracruz, tierra del café, del son jarocho y de las mujeres más bellas de México (allí nació, por ejemplo, Salma Hayek), tiene el puerto más importante del país y goza de un clima tropical esplendoroso. Magnani, que en sus años mozos fue actriz en Hollywood, conoció a Alemán en una cena de personas ligadas al cine, organizada por un actor y director mítico a fines de los ´50, el “Indio” Fernández. Pese a la oposición de los padres del novio, los chicos se casaron, tuvieron luego cuatro hijos y ahora doña Magnani saca fotografías que reseñan sus viajes por el mundo.
No hubo un final tan idílico para el amor que se profesaron durante siete años la ex periodista francesa Maude Versini y el ex gobernador del Estado de México (su equivalente en la Argentina es el Gran Buenos Aires) Arturo Montiel, tres décadas mayor que la joven, de 34 años. Se conocieron en el 2000 cuando la muchacha vino a entrevistar a ese portentoso y no mal parecido político priísta. Juntos tuvieron tres niños y las cosas se pusieron feas cuando Montiel, a punto de ser firme candidato para luchar por el puesto de presidente de México, se vio envuelto en temas relacionados con enriquecimiento ilícito y tráfico de influencias. Adiós, sueños presidenciales, bienvenido a la indiferencia de una esposa que no resultó ni tan abnegada ni tan modesta. Maude entabló un juicio a Montiel por 20 millones de euros que si bien no alcanzaron las cifras de lo que se considera el divorcio más caro de la historia (vbg.Paul Mc Cartney vs.Heather Mills), para las vapuleadas finanzas latinoamericanas el entuerto definió lo prometedora que puede resultar una carrera política en nuestros paisitos. Ahora, la francesa ex primera dama provincial vive en una mansión con los tres niños Montiel, en una zona exclusiva de París.
Estas Carla Bruni más pintorescas y sin dudas de mucho mejor colmillo, suelen aparecer en las fiestas de la alta sociedad mexicana ataviadas con prendas autóctonas y sus patrimonios, eso sí, se rigen por las reglas bursátiles del Primer Mundo.
Quién sabe si nuestra Florence se enteró de estos cuentos de hadas vividos por sus compatriotas y se dejó deslumbrar por algunas fantasías tejidas con el sabor de Prada, Armani o cualquier otra de las grandes marcas que en versión original vistieron su sueño azteca. Ahora está en la cárcel y a gritos proclama su inocencia.


La francesita, los dedos amputados y el montaje televisivo


La banda de secuestradores que presuntamente dirigía Israel Vallarta, el novio de Florence Cassez, operaba bajo el nombre de Zodíaco. No tenían criterio alguno para seleccionar a sus víctimas y les daba lo mismo un industrial de la lujosa zona de Polanco que un ejecutivo de una importante cuenta publicitaria que residiera en la también exclusiva Las Lomas. La Procuraduría General de la República adjudica a Los Zodíaco 10 secuestros en el Distrito Federal y los vincula con un homicidio. Los rumores les asignan 15 plagios, todos y cada uno de ellos por un monto aproximado de medio millón de dólares, unos 5 millones de pesos mexicanos.
El caso, que vio la luz con la detención de la pareja, tuvo una gran resonancia mediática, porque el 9 de diciembre de 2005, a los dos días de llevarse a cabo el operativo de captura de los presuntos delincuentes en el Rancho Las Chinitas, al sur del Distrito Federal, tuvo lugar una recreación del mismo para que pudiera ser transmitido por la televisión abierta. En el vendaval de cámaras y micrófonos con que atiborraron a la francesa, perdió el trabajo el periodista Pablo Reinah, quien fue despedido por Televisa luego de que los padres de Florence dieran a conocer el montaje televisivo.
El 10 de febrero de 2006 el gobierno mexicano aceptó que se trató de una recreación del rescate, pero argumentó que fue por solicitud de un par de reporteros. Un año después de haber sido despedido de Televisa, el reportero Pablo Reinah logró una victoria frente a la empresa para la que trabajó durante una década al concluir la averiguación de la Procuraduría General de la República (PGR), que establece que las autoridades federales le ocultaron información al periodista, al no advertirle que la detención de tres presuntos secuestradores, se trató de un “montaje” para la televisión.
En defensa de su labor profesional, Reinah interpuso, el 14 de febrero de 2006, una queja ante la CNDH para que se investigaran los hechos, al considerar que su imagen y honorabilidad resultaron afectadas. En la queja, Reinah subrayó: “No acepto ni acepté ni aceptaré haberme prestado a un montaje”.
Mientras tanto, Florence Cassez, a quien sus detractores muestran como una mujer desalmada que fuera capturada por los policías cuando estaba a punto de anestesiar a un muchacho para amputarle un dedo, se valió de este episodio de opereta para quejarse ante su consulado y denunciar “irregularidades” en su detención.
Los gritos de inocencia llegaron hasta al mismísimo presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, quien acaba de enviar a México al famoso abogado Franck Berton, experto en resolver casos intrincados como el de Cassez, detectando sobre todo irregularidades en los procedimientos policiales. Los analistas políticos mexicanos coinciden en que el caso ha puesto en un riesgoso nivel de tensión las relaciones diplomáticas entre Francia y México. Berton, que ya se volvió a Francia para informarle de todo a Sarkozy, asegura que su compatriota es inocente.

Una mujer hermosa no hace cosas malas


La belleza, los buenos modales y la preparación académica de Florence Cassez, que llegó a México el 28 de agosto de 2003 para reunirse con su hermano Sebastián, un solvente empresario, constituyen para las autoridades judiciales de este país, la nueva y sofisticada cara con que el hampa se está dedicando a operar en varios sitios. Los informantes revelaron que Florence se encargaba de hacer las listas de posibles secuestrados, de anestesiar a las víctimas o de drogarlas para evitar fugas. Fotografías filtradas a la prensa nacional muestran a los padres de Cassez en actitudes cariñosas y divertidas con su novio mexicano y desmienten en apariencia las constantes afirmaciones de la mujer en el sentido de que ella desconocía por completo las actividades delictivas a las que se dedicaba su pareja.
Florence habla muy bien el idioma español y desde su llegada a México trabajó por poco tiempo en diferentes hoteles internacionales y empresas extranjeras de marketing. Con la misma intensidad que sus vecinos no daban crédito a las acusaciones que la llevaron a la cárcel, pues no puede ser “que una muchacha tan bonita y con tanta preparación haga cosas tan malas” y con el mismo fervor que Florence Cassez clama por su liberación, se manifiestan las presuntas víctimas de la francesa.
Tal el caso de una madre y su hijo de 11 años, que permanecieron en cautiverio 54 días y reconocieron la voz de Florence entre sus secuestradores. En una carta estremecedora enviada a los medios periodísticos desde Canadá, lugar donde reside ahora, la mujer pregona: “Mi nombre es Cristina Ríos Valladares y fui víctima de un secuestro, junto con mi esposo Raúl (liberado a las horas siguientes para conseguir el rescate) y mi hijo de entonces 11 años de edad. Fueron 52 días de cautiverio en el que fui víctima de abuso sexual y, los tres, de tortura sicológica. El 9 de diciembre fuimos liberados en un operativo de la Agencia Federal de Investigación (AFI). Acusados de nuestro secuestro fueron detenidos Israel Vallarta y Florence Cassez, esta última de origen francés, quien ahora se presenta como víctima de mi caso y no como cómplice del mismo. Escucho que Florence clama justicia y grita su inocencia. Y yo en sus gritos escucho la voz de la mujer que, celosa e iracunda, gritó a Israel Vallarta, su novio y líder de la banda, que si volvía a meterse conmigo (entró sorpresivamente al cuarto y vio cuando me vejaba) se desquitaría en mi persona. Florence narra el “calvario” de la cárcel, pero desde el penal ve a su familia, hace llamadas telefónicas, concede entrevistas de prensa y no teme cada segundo por su vida. No detallaré lo que es el verdadero infierno, es decir, el secuestro.”
Ezequiel Elizalde, un joven de 22 años que estuvo en poder de la banda de Los Zodiacos durante 64 días, identificó físicamente a la francesa, como la mujer que le pidió elegir entre un dedo y la oreja para mutilarlo, como forma de presión para que sus familiares pagaran el rescate.
Una jueza impuso a Florence Cassez ocho años por delincuencia organizada, 20 años por cada secuestro y ocho años de prisión por portación y posesión de armas de fuego y cartuchos reservados para uso exclusivo del Ejército y Fuerza Aérea, que dan un total de 96 años de cárcel. Actualmente Florence Cassez se encuentra presa. Su ex novio también, pero pendiente de condena, por los que unos cuantos diputados se plantaron ante la jueza para preguntarle por qué razón los hechos que alcanzaron para que condenara a Cassez a casi 100 años de prisión, no fueron sustanciosos para penar al jefe de la banda delictiva.
La familia de Florence tiene una página web (http://www.florence-inocente.com) en la que sostienen sus argumentos de inocencia.

5 comentarios:

Chico Migraña dijo...

Cuesta trabajo, pero algún día se debe tener fe y confianza en las autoridades. La condición foránea de la chica ayuda más en el ruido mediático, sin embargo cuando dos personas (o más) la condenan como autora del delito, las auotoridades explican todo lo que sus investigaciones arrojan (muy a pesar de la patética idea mexicana de los montajes), es momento de creerles por primera ocasión.
¿O no?

Anónimo dijo...

Florence está en la càrcel de mujeres y sì, es una mujer hermosa. Pero ademàs es una artista. Se llevò a cabo un taller de fotografìa en el que las presas produjeron su propia sesiòn y ademàs añadieron textos a los trabajos finales y el de ella es uno de los màs interesantes. Besos a la Chè. Rocío

Miranda Robinson dijo...

Es increíble como cada día escuchamos con más naturalidad y calma los crímenes espantosos que cobran vida en esta ciudad, pero este caso me sorprendió hasta llevarme al horror. Cuando leí lo de la carta de la víctima se me enchinó la piel al grado de poder sentir un sentimiento de odio hacia la francesa esa que dicen que es hermosa y que si no hubiera visto su foto hubiera imaginado un mounstro.

Que dios nos libre y la justicia nos proteja (sí como no) de los dementes.

Excelente blogg Moni!!!

Mónica Guzmán

Anónimo dijo...

Bueno, hoy se sabe (9 de marzo de 2009) que la Sra. Ríos no pudo identificar a Florence Cassez ni por su cara ni por su voz horas después de que fue liberada -pequeño detalle-, y que fue hasta después del montaje que, ahora si, -pero que casualidad-, la pudo identificar. Suena a porquería del gobierno para salvarse del descrédito y a que los secuestrados son víctimas por partida doble: de secuestradores y de autoridades. ¿Culpable? Según los hechos, no lo parece.

Anónimo dijo...

Lo que a mi me parece muy raro es la expresion de la francesa cuando esta tras rejas. Se ve encantada, sonriendo de una manera muy rara. Como si se estuviera divirtiendo y gozando de toda la atencion...