lunes, 3 de marzo de 2008

ENTREVISTA A KIKÍN FONSECA


Entrevista a Kikín Fonseca

Si José Francisco Fonseca Guzmán "Kikín", nacido el 2 de octubre de 1979 en León, Guanajuato, no hubiera sido futbolista, se habría dedicado a la comunicación, a la psicología. El delantero más mediático del fútbol mexicano contemporáneo, de 1,84 metros de altura y 79 kilogramos de peso, sabe decir lo justo en el momento adecuado desde que debutara en la profesión, el 22 de julio de 2001.
"Mi mejor gol es el próximo", repite con picardía cuando le quieren hacer elegir entre sus hazañas.
Apasionado, simpático, el buen chico que jamás niega un autógrafo o una entrevista al final del partido, también sabe anotar. Su récord es llamativo: ya lleva 4 partidos en los que ha marcado tres goles.
Heredó su apodo, Kikín, de un hermano muerto prematuramente y a quien siempre dedica sus logros.
Pequeña gran máquina de facturar en el sistema publicitario del fútbol mexicano, Fonseca fue en sus inicios un prometedor jugador de béisbol. También se animó con el básquetbol. Descubrió el balompié cuando tenía 17 años y desde entonces nadie le ganó en perseverancia, paciencia y dedicación para obtener su primera oportunidad profesional.
Tuvo su paso por Europa al ser contratado por el Benfica luego del Mundial de Alemania. Con el equipo portugués disputó ocho partidos de liga, marcó un gol y disputó 13 minutos en seis partidos de Champions League.
No pierde las esperanzas. Él quiere regresar al Viejo Continente. Mientras tanto, en uno de los pases más caros de la historia del fútbol azteca, llegó a Tigres Rayados de Monterrey como el gran salvador.
Hugo Sánchez lo ha convocado para la selección y se esperan grandes cosas de Kikín en la próxima Copa América.

- Cuando usted llegó de Portugal, el presidente Calderón ordenó aumentar el precio de la tortilla. ¿Había relación entre estas dos circunstancias?

- (risas) No, pero fue algo bueno para el negocio de la familia.

- Pero eso va a poner en riesgo el amor que le tiene la gente...

- Medio de broma lo comentaba entre mis amigos, pero la verdad es que lo mejor es que las cosas tengan un precio justo, que nos convenga a todos.

- Llegó vestido de negro, muy a la europea...vino muy elegante de Portugal...

- Sí, tienes razón, supongo que eso fue la influencia de mis compañeros de equipo. Había griegos, rusos, italianos...tenía que estar a tono con ellos y adaptar mi estilo al europeo. Sí, mi ropa es casi toda de allá. Aprendí también algo de portugués, no demasiado.

- Espero que no se haya traído la tristeza...

- La tristeza del fado..., aunque debo decirte que mis amigos portugueses no tienen nada de melancólico. Mis amigos de allá son muy alegres. Lisboa es una ciudad hermosa, donde se vive muy bien y los portugueses son personas amables, abiertas, que inmediatamente te brindan su amistad. Es un lugar también muy católico, visité muchas veces el santuario de la Virgen de Fátima, que es para ellos como la Guadalupe para nosotros.

- ¿Y las chicas portuguesas?

- Son bonitas, aunque un poco reservadas y si no estás dentro de su círculo social, tendrá alguien que presentártelas pues no es posible acercarte a ellas en la calle y que te presten atención.

- ¿No será que usted llegó a Lisboa demasiado acostumbrado a que las chicas se le tiraran encima?

- (risas) Claro y como eso no ocurría en Portugal, me dije: - Ey, ¿qué pasó?. No, la verdad es que son reservadas o al menos no entran en confianza tan rápido como nos pasa en Latinoamérica.

- ¿Y qué tiene para decirles a aquellos que dicen que pasar por el Benfica no es pasar por Europa?

- Bueno, lo poquito que sé de geografía me dice que Portugal pertenece al continente europeo. Miro en el mapa y Lisboa y está en Europa. A lo mejor dicen eso porque Portugal es el país más latino de Europa, tiene mucha influencia de Brasil. Los jugadores brasileños no tienen plaza de extranjero en el fútbol portugués, pero el Benfica es un equipo de mucha jerarquía, que ha disputado Champions, Copa UEFA...

- El aficionado mexicano es un enigma sin resolver. Porque por un lado dice que usted no jugaba en Europa y por otro le cuelga el cartel de gran salvador de los Tigres...

- Bueno, lo que pasa es que el aficionado mexicano es muy apasionado, nos ilusionamos con muchas cosas y vivimos el fútbol con mucha intensidad. Cuando decidí regresar de Portugal, comenzaron a crecer muchas expectativas en torno a mi rendimiento en los Tigres.

- ¿Tenía usted posibilidad de seguir en el Benfica?

- Sí, no me tocó participar mucho, es la realidad. Hice 4 goles y la falta de continuidad fue el gran causante de mi regreso a México. A mí lo que más me gusta es jugar al fútbol. Había tenido ofertas de Alemania, de España, pero ningún equipo europeo me daba garantías de continuidad y por eso regresé.

- ¿Habló con alguien de su familia este asunto de su regreso a México?

- Sí, por supuesto. Somos una familia muy unida, tengo siete hermanos...

- ¿Y todos opinaron?

-(risas) La verdad que sí. Además, tengo 11 sobrinos que también opinan, imagínate.

- Pero, ¿qué iban a decir ellos? Que usted regresara, obviamente.

- No te creas. No me dijeron eso. Mi padre es mi representante y hasta él me pidió que lo pensara bien y que tomara la mejor decisión para mí y para mi carrera. Tengo diez años como jugador profesional y el que toma la decisión final soy yo. Ahora que estoy en Tigres, más cuenta me doy de que hice lo correcto.

- ¿Por qué?

- Porque estoy feliz, estoy disfrutando mucho la vida y el fútbol, porque llegué a una institución muy importante, que tiene una afición magnífica y en la que me han tratado muy bien. Me siento a gusto.

- ¿Nunca sintió el peso de tener que salvar a Los Tigres?

- No siento el peso, diría que las expectativas e ilusiones de los aficionados son también las mías y por lo tanto no hay carga alguna. La ilusión de los directivos, del resto de los compañeros, del entrenador y de los hinchas, es la misma que siento yo. El fútbol, de todos modos, es un deporte de conjunto donde cada jugador tiene un peso específico y donde cada uno de nosotros está obligado a ser líder positivo para incentivar al equipo y llegar a los buenos resultados. En una actividad grupal, una sola persona no puede alcanzar las metas.

- Son bonitas esas palabras y por otro lado constituyen todo lo que los futbolistas suelen decir en estos casos...

- Es la realidad. Es lo que yo digo.

- ¿Cómo lo recibieron sus compañeros?

- Muy bien. Me llevo muy bien con todos ellos, siempre he tratado de que el bien del grupo sea lo principal, porque las cosas no son muchas veces como lo que dicen muchos jugadores a la prensa. La regla del fútbol que siempre se cumple es que si el grupo no está bien, tampoco puedes tú estar bien en forma individual y, en ese sentido, siempre pelearé por los intereses de Tigres y no por los míos propios.

- Claro que Monterrey no es tan lindo como Lisboa...

- Es muy lindo Monterrey, cómo no. Cada lugar tiene su encanto. Son sitios diferentes. Monterrey me gusta mucho y estaré allí durante cinco años, mi contrato es largo...Uno tiene que ser muy respetuoso y tratar de no comparar nada. Ahora estoy feliz en Monterrey...

- Las chicas son muy altas allá y menos reservadas que en Lisboa, supongo...

- Las chicas son preciosas en Monterrey y son muy recatadas, claro que sí. Fíjate que cuando yo digo que las muchachas son reservadas, me refiero a una virtud de la mujer, me encanta ese carácter y para mí la discreción constituye una cualidad.

- ¿Qué piensa de los entrenadores?

- Que son muy importantes, pero también pienso que el mayor peso en una cancha de juego lo lleva el futbolista. Somos nosotros lo que estamos adentro del campo y somos nosotros los que podemos dar vuelta el resultado de un partido en pocos segundos, somos los futbolistas los que resolvemos. El jugador sigue las indicaciones y trata de cumplir con el esquema táctico del entrenador, pero también tiene la libertad de definir sus jugadas.

- Sin embargo, muchas veces las miradas de los medios se vuelven hacia los técnicos más que a los jugadores...

- Si es por mí, mejor. Esa circunstancia me relaja mucho, que la atención se centre en los demás y no tanto en mí. En el caso de compañeros que no se llevan bien con sus técnicos... por ejemplo, no sé por qué Capello no mete a Beckham ni por qué Pellegrini se peleó con Riquelme en el Villarreal, pero si esas circunstancias obedecen a cosas extrafutbolísticas, entonces soy solidario con mis colegas antes que con los entrenadores.

- Una circunstancia extra-futbolística sería no poner al jugador porque estuvo mirando a mi novia...

- Sí (risas) y te puedo asegurar que esas cosas pasan. Lo único importante es lo que sucede adentro del campo. Se ha visto caso de jugadores que afuera de la cancha ni se hablan pero que en el transcurso del partido son muy compañeros y solidarios entre sí.

- ¿Alguna vez un entrenador fue cruel con usted?

- No y de verdad no te lo digo para quedar bien, como tú dices. Con el entrenador del Benfica tengo una excelente relación porque fue muy sincero conmigo. Me dijo que tenía en mi puesto a otros jugadores que le resultaban prioritarios.

- ¿Quién es el jugador portugués más popular en su país?

- Figo, Cristiano Ronaldo, que es el futuro, o Rui Costa, un excelente jugador que ya está llegando al fin de su carrera, esos son los futbolistas más queridos por los portugueses.

- Ya que nombró a Cristiano Ronaldo, qué jugador talentoso y qué tipo complicado, igual que Rooney...¿Nunca tuvo miedo de convertirse en un niño malcriado del fútbol?

- Nunca tuve miedo de eso, por la presencia de mi familia...mi gente nunca hubiera permitido algo así, ellos me ponen siempre los pies sobre la tierra y me han enseñado que todo en la vida es pasajero y que lo mejor que puede hacer uno es disfrutar lo que tiene en el momento, sin creerse mejor que nadie por eso.

- Hay quienes dicen que usted no es un buen jugador de fútbol, que sólo es muy simpático. De uno a diez, ¿cómo se califica?

- Ah, no sé. Ponme cero, porque no me pongo calificaciones. Respeto todas las opiniones, porque me hacen crecer. Y, sinceramente, soy mejor futbolista por las opiniones negativas que se vierten sobre mí que por los elogios.

- Lo que es cierto es que es usted bastante amigo del gol.

- Y me encanta que el gol sea mi amigo, porque soy delantero por vocación y para mí es importante marcar tantos. El delantero vive de los goles...

- ¿Es un delantero nato?

- Sí, pero he tratado de aprender a ser poli-funcional en el campo de juego. Trato de defender, de cumplir varios puestos, de hecho, en la selección, Hugo Sánchez me ha puesto a jugar en el lado derecho y ahí la estoy llevando...

- Si yo fuera su entrenadora, ¿qué debería valorar más, su cabeza o sus piernas?

- Tendrías que valorar las dos cosas, porque un futbolista profesional depende de las dos. Todos los días trabajo en eso, en ser bueno con la cabeza y tener una buena visión del juego y en ser bueno con los pies, para poder hacer goles y lograr que mi equipo gane.

- ¿Qué ve cuando entra a una cancha?

- Miro primero el balón, luego miro la portería contraria y me fijo muy bien dónde están parados mis compañeros, para de ese modo ir decidiendo las jugadas que haremos en busca del gol.

- ¿Quién es el mejor portero del mundo?

- Para mí, los mejores son los mexicanos: Oswaldo Sánchez, el Conejo Pérez, Memo Ochoa...

- Qué buenos jugadores hay ahora en la selección mexicana. Creo que el aficionado tiene derecho a tener expectativas en el rendimiento de este equipo y ustedes la obligación de aguantar esas expectativas.

- Es verdad, hay un conjunto de jugadores de gran talento en la selección mexicana, hay una gran ilusión en el aficionado, pero también soy frío: lo grande que será esta selección lo dirán los números y los resultados que logre. Así es el fútbol y así también es de frío este deporte.

- Argentina, México y Brasil serán los grandes protagonistas de la Copa América en Venezuela. Tienen al menos esa obligación...

- Esperamos ser protagonistas, pero nadie tiene obligación de nada. El aficionado es exigente y nosotros también somos exigentes: yo quiero ser campeón de América, no quiero ir a pasear a Venezuela; quiero ser campeón del mundo y sabemos que la gente confía en nosotros y queremos que la gente quiera más, que no hable del quinto partido cuando vamos a una Copa del Mundo, que piense que vamos a ser campeones, porque ese pensamiento siempre está en nuestra cabeza.

- Bueno, serán campeones siempre y cuando no se les cruce Estados Unidos en el camino.

- En el último partido, tuvimos muchas más opciones de gol que ellos y sin embargo perdimos. No sé por qué, pero sé que esa presión psicológica, ese entorno que nosotros mismos hemos creado cuando nos enfrentamos a los Estados Unidos, han generado esta situación y lo que debemos entender es que USA es un equipo más a vencer.

- ¿Qué hace en los tiempos libres de la concentración?

- Estoy terminando de ver mi serie favorita, 24...me compré todos los capítulos y ahora me estoy poniendo al día. En el Ipod tengo música de toda clase, aunque prevalece el pop. Me gusta la salsa y escucho bastante música portuguesa, aunque no el fado. Me gusta mucho salir a comer, conocer restaurantes, la comida es uno de mis pasatiempos. No bebo alcohol.

- ¿Cuál es su marca de perfume favorita?

- En estos momentos estoy usando Lolita Lempicka.

- ¿Y qué ropa le gusta? Supongo que usted no usa las playeras de su marca...

- ¿Por qué no? Claro que uso mi ropa, tienes que ver la línea Kikín, es preciosa, además, yo opino, diseño, no es que ponga sólo mi nombre. La marca de mi ropa es JOMA y la línea es bonita... Uso todos los colores...no tengo uno favorito.

- Ahora va a ser naranja...

- ¿Por qué?

- Uy, me equivoqué, pensé que Los Tigres eran naranja

- Ya me estás fallando. Los Tigres son amarillos, ¿qué pasó? (risas)

- ¿Tortilla de maíz o blanca?

- De maíz.

- ¿En tacos o en quesadillas?

- En las dos cosas.

- ¿Su madre cocina bien?

- Es una experta cocinera y la comida que más me gusta en el mundo son las enfrijoladas que hace mi mamá.

- ¿Y cómo se hace para tener un corte de pelo como el suyo?

- Es raro, ¿verdad?. Esto es obra del Porky, estilista de la selección, que inventa muchas cosas en mi cabeza, la mayoría de las cuales igual las rechazo, no digo que sí a todo, no te creas.

- ¿No se va a sentir medio ridículo cuando llegue a los 60 años y le sigan diciendo Kikín?

- Bueno, tú sabes que ese nombre tiene una gran carga afectiva (N.d.R.: Kikín se llamaba un hermano de Fonseca que falleció muy joven), pero más allá de eso me fascina que me llamen Kikín y quiero ser un viejito con ese nombre.

- ¿Por qué lo quiere tanto la gente, Kikín?

- (Se queda pensativo y luego rueda una lágrima por su rostro)...no sé, esa es una de las cosas más bonitas que me han pasado en la vida...me hiciste esa pregunta y se me puso la piel chinita. No sé cómo pagar el cariño que me tiene la gente. Incluso en Portugal, donde estuve poco tiempo, el aficionado me expresaba a diario su amor, tanto adentro como afuera de la cancha. Claro que en México, ese cariño es inmenso y supongo que se lo tendré que agradecer a Dios todos los días de mi vida.

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