miércoles, 7 de enero de 2009

MARILYN MANSON: Bienvenido a los 40




El trasero al aire, flácido, demuestra que este delgado muchacho no visita nunca la sala de un gimnasio. El ojo izquierdo adornado con una lente de motivos azarosos y el maquillaje blanco, cadavérico, le otorgan un estilo entre siniestro y fantasmal. La imagen parece funcionar en cinemascopio, dan ganas de tocarla para comprobar su contundencia. Definitivamente, el cuerpo de Marilyn Manson (de 1,92 metros de altura) es un cuerpo abstracto que pareciera haberse fugado de la película Los otros. Sin embargo, pocas veces un look, una apariencia, han tenido un peso tan real en una sociedad acorralada por el mito del parecer para ser. Por cierto, este hombre nacido Brian Warner el 5 de enero de 1969 o de 1971 (los biógrafos no logran ponerse de acuerdo al respecto) en Canton (Ohio), contribuye a que su sensación mediática y social no esté asentada sólo en la vestimenta o en el maquillaje. De vez en cuando le menta la madre a Dios, ataca las instituciones eclesiásticas y menciona la palabra Satán. Todo eso en el mismo paquete hacen de esta estrella de la música pop un personaje capaz de horrorizar a las tías y abuelas que todavía son capaces de horrorizarse; a la vez, construye un mito fascinante para adolescentes crecidos a la luz de las computadoras, es decir, esos chicos y chicos para los que la realidad es una copia de los dibujitos animados japoneses.
En otros tiempos fue la leyenda de los cantantes de Kiss: mataban pollos en el escenario y su líder, el guitarrista Gene Simmons, sacaba una lengua tan larga como para cimentar la leyenda de que en verdad tenía allí un apósito donado involuntariamente por alguna serpiente distraída.
Antes que eso, sus majestades satánicas fueron los Rolling Stones: había hombres y mujeres que juraban y perjuraban que si uno escuchaba al revés las canciones de Mick Jagger y sus amigos podía oír mensajes del mismísimo Lucifer.
Como sea, nada de esto podía pensar el niño Brian Warner, cuando veía a su abuelo Jack masturbarse en el sótano de la casa al compás de unos primorosos trenes eléctricos y ataviado con medias y cinturones de cuero.
Tampoco podía pensar mucho en las fuerzas del mal cuando su madre Barbara Wayne, enfermera de profesión, se despertaba en medio de la noche para conversar con ratones imaginarios que se concentraban en multitud al pie de su cama.
Este hijo de Hugh Warner, un ex combatiente en Vietnam devenido en vendedor de muebles usados, tenía primero que aprender a sobrevivir y salir adelante luego de tres neumonías consecutivas y de una reacción alérgica a los antibióticos que casi lo mata.
Así las cosas, entre los problemas de salud y las aficiones excéntricas de sus mayores creció este verdadero niño de mamá en Ohio. Se pasaba el día llorando en la guardería y sus tragedias infantiles no cambiaron cuando llegó la edad de la primaria. Sus padres no tuvieron mejor idea que mandarlo a la escuela privada cristiana Heritage Christian School, donde la férrea educación de unos profesores que creían fervientemente en el demonio cultivaron su fobia al catolicismo y a las religiones organizadas. “Me llenaron de miedo: miedo al Armagedón, al infierno, a que el demonio se apareciera en medio de la noche debajo de mi cama por escuchar heavy metal”, declaró hace poco el adulto Brian Warner.
Era un chico escuálido a los que sus compañeros daban tremendas tundas. Era un chico que a los 10 años se había hecho fanático de Kiss y vendía varias veces el mismo disco prohibido a sus cuates. Era un pequeño demonio que levantaba la falda a las niñas, le robaba las monedas y comía dulces en horas vedadas a ese regocijo. Era un niño, en fin, que aprendió a odiar a su escuela con una furia que todavía perdura en su mente adulta. “Metían a Dios hasta en las matemáticas”, se queja hoy en día la famosa estrella pop.

Oír para crecer

La música ocupaba, como es de prever, un espacio importante en los ratos libres de este chico problemático; a la prematura afición por Kiss se le sumaron la devoción temprana por David Bowie y Black Sabath. No fue, sin embargo, hasta la adolescencia que Brian Warner tuvo contacto directo con el mundo de los sonidos en el que aprendería a reinar años más tarde.
La adolescencia en Fort Lauderdale, ciudad a la que se había mudado la peculiar familia, lo convirtió en un periodista musical. Tenia 18 años, se había aficionado a la marihuana y pronto comenzaría a experimentar con el LSD. Con los efectos del ácido se iba a pasear por Disneyworld, señal de que para el muchacho no había símbolos de la cultura estadounidense que no pudieran ser tomados a la risa. Sus pininos como cronista de espectáculos no le dejaron más que una beneficiosa amistad con Trent Reznor, líder de la banda Nine Inch Nails, quien más tarde lo ayudaría en su carrera profesional. En 1989, Brian Warner conoció a Scott Putesky. Mientras aquel se proponía “asustar y criticar a la sociedad estadounidense” con sus canciones corrosivas, éste aporreaba un teclado Yamaha RX8 y comenzaba a formar parte de la historia activa de Marilyn Manson. La leyenda comenzaba.
Los chicos, ingeniosos a más no poder, se comprometieron a buscarse un nombre artístico que fuera construido con el nombre de pila de alguna mujer conocida y el apellido de algún asesino serial tan célebre como aquellas, aunque por razones distintas.
Así, Warner fue Marilyn Manson (la unión de Marilyn Manson con la del chacal Charles Manson, homicida de la actriz Sharon Tate, entre otros) y Putesky fue Daisy Berkowitz. La agrupación se completó con el bajista Olivia Newton Bundy y el tecladista Zsa Zsa Speck.
Gracias al carisma de Manson, un actor consumado, un verdadero hombre de espectáculos, la banda comenzó a ganar popularidad. Los shows incluían escenas de sexo implícito, chicas crucificadas, fuego en el escenario, animales que correteaban por el recinto...
Nada surtía tanto efecto hechicero como la personalidad de Manson, un hombre cuya inteligencia y capacidad de liderazgo le permitieron construir un personaje de sí mismo. Alguien a quien los psicólogos llamarían paciente con trastornos de personalidad (en caso de que él aceptara poner los pies en un consultorio), pero sobre todo un protagonista del show bussiness que ha logrado lo que pocos en la posmodernidad: escandalizar en los tiempos en que ya nada produce sorpresa.
“Alguna gente piensa que se trata de un desorden mental, pero yo pienso que es un nivel superior de conciencia”, dice Manson a propósito del extraño funcionamiento de su cerebro.
El grupo editó su primer álbum, Portrait of an American Family, en 1994. El segundo, Smells Like Children, aparecería el próximo año y en 1996 se editaría el disco que los haría famosos en todo el mundo, Antichrist Superstar.
Gran parte de la culpa de ese éxito lo tuvo el video clip de “Beautiful People”, dirigido por Floria Sigismondi, que supuso una revolución en términos audiovisuales, e impuso una estética que seria varias veces imitadas en otros videos, por otros grupos.

Los discos y las ideas

Fuera de la exótica personalidad de su líder, la banda Marilyn Manson es, como tantas otras en la historia de la música comercial, una agrupación que ha venido sacando un disco en forma regular desde 1994. Merced a los conciertos en directo y a la difusión de sus materiales en los canales de música para jóvenes, la banda fue cimentando una popularidad mundial que le ha otorgado, además de miles de adeptos, ganancias económicas siderales.
En sus canciones, Manson habla de la destrucción del mundo, del Anticristo, del advenimiento de un nuevo Mesías y critica a la Iglesia católica. Sus fuentes de inspiración son la propia Biblia o la literatura del Marqués de Sade, que dio origen a su ultimo disco The golden age of grotesque.
Su ideología proviene del satanismo fundado por Anthon Szandor Lavey en el año 1967 y que propicia la adoración por uno mismo, sin creer en la existencia de un dios sobrenatural. El satanismo no es, como podría resultar de su nombre, un culto al demonio, sino una escuela de la conducta humana como tantas otras corrientes filosóficas de nominaciones menos escandalizadoras. En 1997, Marilyn Manson fue nombrado por Anthon LaVey Honorable reverendo de la Iglesia del Satanismo. El filósofo alemán Friedrich Nietzsche, algunas premisas de Sigmun Freud y de Charles Darwin completa un pensamiento nihilista que tiene pocos elementos para aportar a las corrientes ideológicas conocidas: No hay nada nuevo bajo el sol de Marilyn Manson.
Sin embargo, en los tiempos neoconservadores de la sociedad estadounidense, la presencia de Marilyn Manson generó protestas de ciertos grupos derechistas. La Asociación de la Familia Americana, por ejemplo, se encargó de atacar sistemáticamente al grupo acusándolo de violar mujeres en el escenario o de animar a sus fans a sacrificar animales. Estos hechos falsos los han llevado a enfrentar juicios legales de los que han salido airosos y que consiguieron darles aún más publicidad.

The golden Age of Grotesque

El nuevo trabajo de Marilyn Manson se llama The golden Age of Grotesque y está inspirado en el cabaret alemán de los años 30. Se trata de una sátira sobre el nazismo y la Segunda Guerra Mundial. Manson, que estuvo releyendo toda la obra del Marqués de Sade antes de grabar el disco, muestra una gran madurez compositiva y un desarrollo estético de alto grado en canciones vodevilescas y cabareteras. "La inspiración para este disco viene de la época expresionista, un momento en el que los artistas empezaron a pintar guiados más por la imaginación que por lo que tenían a su alrededor", dijo MM.


Algunas cosas que dice MM

“¿Por qué la gente desea ser hermosa? Para ser amados, aceptados, terminar con su miedo a ser excluidos. Después de años de no ser aceptado me di cuenta, ¿por qué no crear tu propio estándar y dejar que sean otros los aceptados o rechazados por ti?”.

“Nadie nace tonto; los tontos son cultivados y ayudados a crecer como maleza por instituciones como la Cristiandad”.

“Siempre intento tener control sobre mi vida. Creo que mi mayor miedo es ser débil. Y temo también ser un cordero aceptado completamente en la sociedad”.

“Supongo que, de modo extraño, los que más influyeron en mi carrera fueron los cristianos. Ahora que tengo una banda, que me estén ofreciendo tanta resistencia y publicidad, me ha hecho mucho más grande de lo que ellos hubieran querido".

"El fin del mundo fue algo que me fascinó desde los 13 años, porque siempre me decían que estaba por llegar”.

“El nombre Marilyn Manson describe todo lo que tengo que decir. Es una afirmación sobre la cultura estadounidense, el poder que le damos a iconos como Marilyn Monroe y Charles Manson. Es sobre la paradoja. Arquetipos diametralmente opuestos. La gente pocas veces me pregunta sobre mi interés en Marilyn Monroe, sin embargo, siempre se interesan por la mitad oscura de Charles Manson”.

“Lo que quiero es hacer que la gente piense por sí misma. El fascismo es precisamente lo que busco destruir, pero si la gente ve fascismo en nuestros espectáculos, es cosa suya”.

“Es difícil ir de patriota por la vida porque en mi país se me ha atacado mucho, se me comprende mejor en Europa. En los Estados Unidos he sido objeto de la censura por todas partes y como artista me siento incapaz de parar esta guerra. América esta jodida con o sin mí".

El universo Manson

Tiene dos perros bóxers, bautizados Lidia y Walter.
Lee muchos libros de filosofía.
Bebe Pepsi Cola.
Colecciona las figuras de Star Wars
Su libro favorito es The Cat in the Hat, de Theodor Seuss Geisel.
Come chocolate.
Consume cocaína y otras drogas químicas.
Toma alcohol.
Alaba los pechos grandes.
Odia la marihuana y el café.

2 comentarios:

El Gallo dijo...

Excelente nota, comencé a leerla por curiosidad y no pude detenerme hasta terminarla.

Sólo un par de "aportes"... Kiss no sacrificaba pollos en el escenario y la leyenda sobre Gene Simmons era sobre un injerto de una lengua de vaca, no de serpiente ;)

Muy interesante saber todo esto sobre este hombre que en lo personal me parece que se convirtió en lo que él mismo quería criticar. Aunque su propuesta nunca fue auténtica, toda esa parafernalia ya la utilizaban grupos de black metal desde muchos años atrás. Cultura americana a final de cuentas.

Excelente blog.
Saludos

Anónimo dijo...

Muy buen artículo!

Me pasó lo mismo que el anterior lector, empecé y no pude parar.
Buen trabajo de documentación, quizás un tono un poco sarcástico sobre el personaje del cual pude ver una entrevista en un canal americano, y curiosamente me pareció una persona muy educada y correcta y bastante cutivada.
La última frase es grande:
"América esta jodida con o sin mí".

GRacias!