lunes, 25 de junio de 2007

POR CARIDAD

Querida Mónica:
Mira que te advertí que estaba triste. En fin. No triste, exactamente, sino cansado y decaido (¿se acentúa?) Joder. Empiezo a olvidarlo todo. Dentro de unos meses me hacen un trasplante de hígado y yo no sé si es la nariz de la pelona o mi pobre víscera la que me orilla a esta especie de amnesia y de semivigilia que únicamente se suspende con la presencia de mis hijos, Lautaro y Alexandra, que son maravillosos. Te escribo otro día, con la mente más clara. Por ahora recibe mi más afectuoso abrazo.
Roberto.
PD: me llegaron los Playboy. Gracias por tus seis o siete o cinco razones para leerme. Si de mí dependiera sólo hubiera puesto una: Por caridad.

Bolaño.

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