Querida Mónica:
Apenas tenga un cuento o algo mínimamente publicable, te lo envío, aunque sospecho que nunca veré el dinero. La desidia mexicana en ese aspecto es inversamente proporcional al empuje de ciertos boxeadores de los años setenta, casi todos encuadrados en los legendarios pesos pluma, mosca y gallo. Pero yo voy al muere tranquilo.
Un beso.
Roberto.
lunes, 25 de junio de 2007
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