jueves, 29 de diciembre de 2005

ARNALDO ANTUNES, POETA Y MUSICO



Explorar el ancho territorio que condensa la música brasileña contemporánea, es una tarea que no tiene fin, pero que a la larga resultará gozosa y reveladora. Es decir, si la pretensión no consiste en convertirse en la persona que más sabe de lo que por muchos críticos es considerado el más vasto corpus musical del planeta, todo lo que uno vaya encontrando en el camino, redundará en un placer de alta intensidad que todo melómano bien nacido querrá compartir con su prójimo. El paulista Arnaldo Antunes es una de esas piedras preciosas que componen el tesoro de la música del Brasil. Y en esta entrevista brilla con luz legítima para todos aquellos interesados en un arte ajeno a los rankings, pero cercano al alma.

Tiene aspecto de un hombre que nunca estuvo aquí. Extraviado quién sabe andará por líneas consumadas y consumidas de poemas concretos, herederos de la tradición que en Brasil ha tenido representantes de fuste, por caso Decio Pignatari, Haroldo y Augusto de Campos, Ronaldo Azeredo, Jose Lino Grünewald, Luis Angelo Pinto...
Tiene también un aire de rockero sudamericano que es fiel a su trayectoria: fue uno de los líderes del desaparecido grupo Titás, cantera de compositores importantes como él mismo y su compañero de aventuras, Nando Reis.
Arnaldo Antunes es, además de rockero, poeta, cantante con la voz más metálica del planeta, calígrafo contumaz, un complacido padre de familia (seis hijos y esposa bajista, a la sazón integrante de su grupo) y uno de los artistas más queridos de Brasil.
Nacido en 1960 en San Pablo, este ex estudiante de Letras va por su séptimo disco en solitario, el último de los cuales, Saiba (Sepa), demuestra hasta qué punto la exquisita forma de sus canciones, disparadas en múltiples direcciones musicales, preceden a un contenido que podría definirse en tres conceptos esenciales: ternura, ingenio e ironía.
Cantor feminista, curioso bailarín (sus gestos mecánicos en el escenario hablan de un hombre reconcentrado y muy seguro de sí mismo), Arnaldo es el tribalista, junto a Carlinhos Brown y Marisa Monte(sus hermanos del alma), menos conocido, acaso el más misterioso y subyugante del último fenómeno discográfico brasileño.
Entrar en su cosmos es sacar el boleto a un mundo donde las palabras, en raíz y apariencia, dan testimonio de un artista íntegro e integral, es convertirse inmediatamente en un verdadero fanático de Antunes.
Quienes se permitan el privilegio de escucharlo, disfrutarán de un músico y poeta exquisitamente personal, un mago de la sensibilidad sin tapujos, un artista con la obra a flor de piel. Arnaldo Antunes habla de su último trabajo discográfico, de la importancia de ser un tribalista y de por qué Ronaldinho Gaúcho es, definitivamente, mejor que Ronaldo.

MARISTAIN: Si en Paradeiro pedía con mucha insistencia que le prestaran atención, en Saiba, su último disco, canta como si esa atención le hubiera sido dada...¿coincide?
ANTUNES:
Sí, es un CD más apaciguado; es un disco en el que canto con más serenidad, tal vez sea el más sereno de toda mi carrera musical. Creo que viene un poco como herencia de Los Tribalistas. Haber tenido la experiencia de cantar con Marisa (Monte) y con Carlinhos (Brown) me ayudó a encontrar la interpretación más adecuada para las canciones de este disco.
MARISTAIN: ¿No será una serenidad propia de los 46 años?
ANTUNES:
No creo. La verdad es que me siento libre para hacer cualquier cosa en los próximos discos. Puedo volver a hacer un disco de rock, más gritado. No lo sé. Saiba es un momento por el que estoy pasando. Aquí me quise centrar en el formato de la canción y el canto está condicionado a esa motivación. Pero no es nada definitivo, aunque es cierto que este disco es el más personal de todos los que he hecho y que las canciones tienden a una estética intimista.
MARISTAIN: Encuentro a Saiba, además, como el más enmarcado dentro de la tradición brasileña.
ANTUNES:
Sí, aunque siempre hice muchas mezclas en mi música. La cultura brasileña es mestiza, resulta muy híbrida por naturaleza. Existen muchos ritmos en nuestra música, muchas maneras de hacerla, y siempre hay un sabor brasileño en todo lo que hacemos pero mezclado con el funk, con el rock and roll, con el reggae, otros géneros del mundo que en mi caso me gusta escuchar. Ahora bien, con Saiba, quizá por haber privilegiado el formato de canción, hay una presencia más fuerte de la canción popular brasileña.
MARISTAIN: Y hace su primer bolero en Saiba: ”Imaginou”...
ANTUNES:
No había pensado esa canción como en un bolero...
MARISTAIN: Arnaldo, casi hasta la podría cantar Omara Portuondo
ANTUNES:
Eso sería maravilloso. Asistí a un concierto de ella en Cuba y me encantó. Tal vez pueda encontrarse ese lado latino en Saiba, así como en otros de mis discos, porque en realidad amo la música latina, la salsa, la rumba y esas cosas. También es cierto que no sé precisar con tanta certeza dónde está lo más latino en mis canciones. Por ejemplo, no me había dado cuenta de que “Imaginou” podía ser escuchada como un bolero.
MARISTAIN: Lo que sí es cierto, es que “Imaginou” parece una canción de serenata. ¿Ha escrito muchas canciones para conmover a alguien? ¿Le ha dado resultado?
ANTUNES:
En general no es tan específico. Sí hay muchas vivencias en las canciones, pero ninguna está dedicada a alguien en especial.
MARISTAIN: Si estableciéramos una relación entre su disco anterior, Paradeiro, y el reciente, Saiba, ¿”Elizabet no chuí”, la canción que hace con Carlinhos Brown, podría ser una continuación de “La masa”?
ANTUNES:
Esas dos canciones tienen una cosa muy bahiana, ligada al sonido de los blocos africanos del carnaval de Salvador. Aunque “Elizabet no chuí” sea más de candomblé, mezclada con funk...las dos son bahianas, sin dudas.
MARISTAIN: Hace unos años usted hizo una muestra de grafías y poemas que se llamó “Caligrafías”. Y ahora en Saiba elige escribir con su propia letra la información en la portada.
Me gusta mucho la tradición oriental y milenaria de la caligrafía. Para los orientales, la caligrafía es una modalidad artística. Tengo ese interés de contaminar visualmente las palabras, para extraer de ellas una entonación gráfica que dé otra dimensión a la expresión. En el caso de Saiba, también había interés de remarcar, con la escritura propia, el tono intimista, el carácter personal del disco. Por eso también están mi acta de nacimiento y las huellas de mis pies cuando era bebé.
MARISTAIN:
Bueno, pero también escribe con su propia letra para presumir. Sobre todo ante los que tenemos tan mala caligrafía. Usted parece el “Ronaldinho” de la letra...
ANTUNES: (risas, muchas risas)
MARISTAIN:
Cuando en Saiba aparecen Carlinhos Brown y Marisa Monte, sin embargo no aparecen Los Tribalistas...
ANTUNES: No me gustaría que aparecieran Los Tribalistas. No hay en ninguno de nosotros tres la intención de repetir esa experiencia, aunque seguimos haciendo cosas juntos. Muchas personas desean que continuemos como un trío, porque el disco de Los tribalistas representó un gran suceso no sólo en Brasil, sino en otros países. Para nosotros, en cambio, que venimos trabajando juntos desde hace 10 años, ese fue un momento único. No deseamos que Los Tribalistas sea nuestra camisa de fuerza, ni que se convierta en un formato obligatorio.
MARISTAIN: Entre los tres, la jefa, la gran ministra de Relaciones Exteriores de Los Tribalistas, fue Marisa, ¿verdad?
ANTUNES:
(risas) Nosotros compusimos todo juntos, cantamos juntos, no podría decir qué parte de Tribalistas corresponde con certeza a cada uno, aunque Marisa condujo más la producción, tal vez como eco de la estructura matriarcal que existe en varias tribus indígenas.
MARISTAIN: ¿A quién le daría el título de heredero del tropicalismo en Brasil?
ANTUNES:
Yo creo que todos somos un poco herederos del tropicalismo, pues este movimiento se integró con el tiempo en el torrente sanguíneo de la cultura brasileña. Los artistas que me interesan a mí son los que trabajan con una mezcla musical muy orgánica, por ejemplo Lenine, cuya obra tiene un poco de maracatú, de samba, de funk, de rock. Nação Zumbi, Chico César, Pedro Luis e a Parede, todos ellos están haciendo un trabajo musical que en cierta forma asume orgánicamente la libertad de transitar entre distintos géneros. Yo me siento identificado con ese tipo de actitud musical que tiene que ver con la contribución tropicalista. Acompaño tambien con admiración toda la producción posterior de Caetano Veloso, Gilberto Gil y Tom Zé.
MARISTAIN: Bueno, en una entrevista reciente Caetano dijo admirarlo mucho a usted. Por su voz grave, por su inventiva y además por ser una gran persona. Lo mismo destacó el crítico André Midani, quien dijo que usted era “una de las personas más hermosas” que le tocó conocer...
ANTUNES:
Sí, la verdad es que me emocioné mucho cuando leí el comentario de André Midani. Pero ser una buena persona no se coloca para alguien como meta de vida. Vivo un poco como la canción de Los Tribalistas cuando dice que “usted no tiene que hacer nada, basta ser lo que usted es”.
MARISTAIN: ¿No será que evita el conflicto?
ANTUNES:
El conflicto es muchas veces fundamental para el crecimiento. Mi salida de Titás, por ejemplo, no fue nada fácil. Significaba dejar a una banda a la que había pertenecido durante 10 años y había que tomar una decisión que a muchos iba a disgustar. Claro que esa decisión estaba ligada a una necesidad de realizar mi proyecto como solista, como una forma de crecimiento. Por eso digo que el conflicto es a veces inevitable. Al mismo tiempo, pienso que siendo honesto con los propios deseos se puede adquirir cierta integridad que hace más fácil la relación con los demás.
MARISTAIN: Aunque usted hable tanto del tropicalismo, da la sensación de que ha escuchado casi toda la música brasileña, desde Arrigo Barnabé hasta Caetano, pasando por Hermeto...en fin...
ANTUNES:
Bueno, es que la música brasileña en general tiene una tradición muy sofisticada. No sólo en las letras, que muchas veces son poemas cantados, sino también en los aspectos musicales, experimentales...ahí está Arrigo, es cierto. Y están también las canciones de los 40, de los 50: Noel Rosa, Ary Barroso, luego viene la bossa nova, con Joao Gilberto, el tropicalismo con Gil y Caetano...en fin, nuestra música está en una renovación constante de lenguaje y lo único que yo hago es intentar estar a la altura de esa tradición, de ser justo con ese lenguaje. Por supuesto, tratando de aportar algo a esa tradición, lo que no es poca cosa, claro está.
MARISTAIN: Y estar a la altura de esa tradición, ¿se hace posible en la medida en que los brasileños son tan reacios a permitir la entrada de otras tradiciones?.
ANTUNES:
Creo que efectivamente hay poco tránsito de información entre Brasil y los países de habla hispana, que se comunican mucho más entre sí. Será porque nosotros hablamos portugués. Quizá sea la barrera idiomática la gran causante de que no haya más intercambio musical.
MARISTAIN: ¿Es sólo el idioma? ¿No será que el brasileño en general es poco dado a escuchar música de otros lugares del mundo?
ANTUNES:
No lo sé. En mi caso, tengo mucha curiosidad por la música de todos los lugares. Si voy a otro país me interesa mucho conocer su música. Recientemente estuve en Angola y regresé a San Pablo con muchos discos de música angoleña. Así que no sé a qué se debe esa dificultad de penetración de la música latina en Brasil.
MARISTAIN: Hace poco, Silvio Rodríguez declaró que Brasil y Cuba eran hermanos de sangre y que esa hermandad la descubrió en Angola. Como si gran parte de la raíz latina hubiera nacido en Angola.
ANTUNES:¡
Qué increíble! Esa parece una declaración de Carlinhos Brown, que hace esa cuenta, esa matemática, entre África, Cuba y Brasil. Incluso su disco, Carlito Marrón, es producto de esa ecuación.
MARISTAIN: Cuando dice Carlinhos Brown, ¿se refiere a ese muchacho moreno que juntó a 400 mil personas en las calles de Barcelona? Eso es casi como decir que todo Barcelona salió a la calle a cantar las canciones de Carlinhos...
ANTUNES:
Increíble, me enteré por el periódico, y ¿qué quieres que te diga?, me parece sencillamente maravilloso. Me alegro mucho por él, muchísimo.
MARISTAIN: ¿Cómo cree que ha sido la infancia de George Bush?
ANTUNES:
Jajaja, ay, Dios mío, no lo sé. Esa es un poco la cuestión de la canción “Saiba”, destacar que hasta las personas más horribles del mundo fueron niños alguna vez, fueron bebés. La intención de esa canción es rehumanizar los mitos. Pensar en ellos, malos o buenos, pero humanizados, crea cierto confort, cierto bienestar, también cierto extrañamiento al mismo tiempo.
MARISTAIN: ¿Cómo fue su infancia, Arnaldo?
ANTUNES:
Bueno, nací en San Pablo en 1960, pertenezco a una familia normal de clase media. Soy el cuarto de siete hermanos. Mi padre es ingeniero y pasó toda la vida dando clases en la Universidad. Lo que recuerdo es que trabajaba muchísimo, llegaba tarde y muy cansado a la casa. Mi madre era ama de casa y cuidaba de nosotros. Yo también pasé un tiempo en la Universidad de Filosofía y Letras, pero luego mis actividades artísticas me restaron tiempo y tuve que dejar de estudiar.
MARISTAIN: Su hogar fue bastante libre, según parece, porque pudo hacer siempre lo que quiso.
ANTUNES:
Sí, desde muy chico estuve interesado en los distintos lenguajes del arte. En mi adolescencia fui muy tímido y para vencer mi timidez empecé a crear. Primero fueron poemas, luego canciones y así seguí.
MARISTAIN: ¿Qué poetas le interesan además de Haroldo de Campos?
ANTUNES:
Oliverio Girondo, Vicente Huidobro, Jorge Luis Borges, Lezama Lima, me estoy refiriendo a los de lengua española.
MARISTAIN: ¿Y su propia poesía? ¿Puede analizarla, ser objetivo en torno a ella?
ANTUNES:
Sí. Creo que hay una línea entre mi poesía y el constructivismo, eso de ver al lenguaje como algo material, como algo muy lúdico, que a la vez proviene e incorpora elementos de la poesía concreta. También en mi poesía hay otro aspecto más lírico, ligado a la tradición de canción en Brasil. Fui también influido por la contracultura y por el rock and roll.
MARISTAIN: Quizá por eso no nos damos cuenta cuando aparece un poema en sus canciones. Al menos no nos damos cuenta inmediatamente...me refiero concretamente a “Dinero”,
ANTUNES:
Sí, puede ser. Yo trato de hacer dos cosas muy distintas. Una es escribir un poema y la otra escribir una canción. Cuando escribo algo para ser leído es muy diferente a cuando escribo algo para ser cantado. Sin embargo, en la vida hay sorpresas y una de ellas fue que “Dinero” fue musicalizada por Jorge Ben Jor. De hecho grabó varios poemas de mi libro As coisas y me los mandó. Fue un presente que me hizo muy feliz.
MARISTAIN: No es para menos, Caetano Veloso dice que Jorge Ben Jor es uno de los mejores músicos del mundo...
ANTUNES:
Sí, es maravilloso. Tuve la alegría de haber cantado con él en algunos conciertos. Además de esas canciones, hay otra que hicimos juntos que se llama “Cabelo”, después grabada por Gal Costa.
MARISTAIN: Me desilusionó un poco su libro Doble duplo, me parece que tenía una traducción al español muy deficiente...
ANTUNES:
Es que es muy difícil traducir del portugués al español. Para mí el traductor de poesía tiene que ser poeta, para poder conseguir un efecto sonoro parecido al de la lengua original. Creo que la traducción de Iván Larraguibel (N.de R.diseñador gráfico venezolano) funciona como un auxilio, al tener los textos en español y en portugués y permitir la comparación. Pero no es una traducción rigurosa, no recrea los aspectos formales de mi poesía. Si bien es verdad que yo participé un poco en la selección de los poemas, para que fueran elegidos los que funcionarían mejor en español. Personalmente, pienso que mis mejores poemas son los más intraducibles.
MARISTAIN: ¿Tiene planeado, de todos modos, hacer un trabajo más atento para que el público que habla la lengua española conozca su obra literaria?
ANTUNES:
Hay un proyecto de traducción en Argentina que está haciendo el poeta Reynaldo Jiménez y una artista visual que se llama Ivana Vollaro. Es un proyecto muy riguroso.
MARISTAIN: ¿Qué opina de Gilberto Gil como Ministro de Cultura de su país?
ANTUNES:
Me gusta muchísimo, porque admiro mucho su obra y además creo que es una persona muy capaz, muy competente que está haciendo un trabajo interesante. El cine brasileño, por ejemplo, está en una fase muy buena de producción y de vitalidad. Así que estoy contento, me parece bien.
MARISTAIN: ¿Y Lula?
ANTUNES:
Estamos esperando resultados de su gobierno. Creo que aún tengo esperanzas depositadas en él. Prometió muchas mejoras sociales en su campaña, pero hasta ahora no han resultado. Lo veo demasiado preocupado por mantener cierta estabilidad económica. Hay un clima de decepción generalizado con respecto a su gobierno, no obstante mantengo todavía algunas esperanzas.
MARISTAIN: ¿Y Robinho?
ANTUNES:
¡Maravilloso! ¿Qué puedo decir? Es un crack, uno de los mejores jugadores que han aparecido en los últimos tiempos. La dupla que hacía con Diego era fabulosa. ¿Sabes que mi equipo es el Santos?
MARISTAIN: Sí, claro, por eso le pregunto. Hablemos de lo que realmente importa, Arnaldo, del fútbol. ¿Qué opina de Ronaldo?
ANTUNES:
A ver, Ronaldo es un genio, pero no está pasando una buena fase. No me ha gustado mucho su desempeño de los últimos partidos, sobre todo con la camiseta brasileña. También me gustan Ronaldinho Gaúcho y Cacá, creo que esos son los jugadores brasileños más interesantes actualmente. Claro que siempre está Roberto Carlos, con su patrón fijo, siempre rendidor, siempre competente.
MARISTAIN: ¿Usted jugó al fútbol alguna vez?
ANTUNES:
¡Por supuesto! Todos los brasileños hemos jugado al fútbol alguna vez. A veces era atacante, a veces era defensor, pero no era demasiado bueno.
MARISTAIN: ¿Cómo se puede ser padre de familia, artista prolífico, famoso en su tierra, tantas cosas y no volverse loco?
ANTUNES:
Uno no tiene que hacer nada: basta con ser lo que uno es, y ya.
MARISTAIN: Sus hijos trabajan con usted, uno dibuja, el otro canta...
ANTUNES:
Sí. Mi hija Rosa ilustró mi libro As coisas cuando tenía 3 años. Hoy ya tiene 15. A ella, Rosa, a mi hija Celeste, y a mi otro hijo Bras, los invité a hacer los coros de “A nossa casa”, en Saiba. Y fue un acierto. Me quedé impresionado de cómo la familia vibra bien.
MARISTAIN: ¿Cuáles son sus próximos proyectos tanto literarios como musicales?
ANTUNES:
Ahora no tengo ningún libro planeado, he publicado el año pasado uno que se llamó ET Eu Tu, con la fotógrafa y artista plástica Marcia Xavier. Una relación orgánica entre el arte del verbo y el arte visual. En lo musical, estoy haciendo las giras de presentación del disco Saiba, por todo Brasil y seguramente por algunos otros países.
MARISTAIN: Contaba Caetano Veloso que tiene proyectos de hacer un disco con Nando Reis, y resulta increíble la fuerza que ha tenido Titãs. Tanto usted como Nando tienen una carrera solista muy poderosa...
ANTUNES:
Sí. Precisamente ayer hablé con Nando. El acabó de grabar un disco, en el que hay una canción nueva que hicimos juntos y que resultó muy buena.
MARISTAIN: ¿Conoció a Cassia Eller?
ANTUNES:
Sí, sí. No sólo la conocí, sino que también la admiraba. Era una persona increíble y una artista maravillosa. Su muerte representó una pérdida enorme para la música brasileña.
MARISTAIN: ¿Se va a volver a unir Titãs?
ANTUNES:
No. No hay esa expectativa ni de mi parte ni de la del resto de los integrantes del grupo. Ya hace 12 años que salí de la banda, Saiba es mi sexto disco como solista. Claro que me gusta encontrarme con ellos y hacer canciones juntos. Sólo eso.

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