Entrevista a Laura Pausini (publicada por GENTE Y LA ACTUALIDAD en enero 2012)
Laura Pausini no se hace la cercana. Es cercana. Tanto como
puede serlo una chica sensible nacida en la provincia de Ravena, a medio
camino, como le gusta destacar, entre Milán y Roma. Eso de tener una identidad
italiana equilibrada, carecer de la afectación de los milaneses y del a veces cansador
orgullo de los romanos, le permite tener una profunda amistad con el romántico
y talentoso Biagio Antonacci (nacido en Rozzano) y con el más introvertido
anche talentoso Eros Ramazzotti (natural de Roma).
“Bueno, aunque Eros vive en Milán, pero sigue siendo
furiosamente romano”, comenta divertida, con una risa que cruza el aire y se
convierte en carcajada, atenta como es a todos sus estados de ánimo, que nunca
reprime.
Hay que decirlo, la italiana es histriónica y hace mucho
gestos. Abre grandes los ojos cuando algo le sorprende sin aviso y pone cara de
enojada cuando piensa en lo terrible que es la prensa amarillista con el cuerpo
de las cantantes.
“Fíjate que si estoy en mi pueblo y como me gusta comer,
cuando no estoy de gira, aprovecho. Entonces engordo unos kilos. Ahí tienes a
las revistas y a los periódicos preguntándose por qué estoy gorda”, se lamenta.
“La policía del cuerpo, claro”, afirma. Y ríe a carcajadas.
“O cuando publicaron que me retiraba porque quería tener un
hijo. ¡No!. Lo que dije es que me iba a mi pueblo a gozar de mis padres y a
parar un poco de tantos viajes, a que mi madre me contara historias y me
hiciera el desayuno. Inmediatamente me preguntaron si quería tener hijos…¡claro!
Alguna vez quiero tener hijos, pero no sé cuándo, no es algo que esté
planificando”, razona.
La cantante italiana de pop más conocida fuera de Italia,
reina en su idioma y en el español de una canción franca que ha encantado al
público latinoamericano que la adora, no estaría en la lista de las mujeres más
bellas si esa lista se confeccionara espontáneamente y sin mucha reflexión. Por
encima de ella, una previsible Angelina Jolie le ganaría por varios cuerpos,
sólo por decir un nombre.
Sin embargo, Laura Pausini no es sólo atractiva, una mujer
de 37 años de cuerpo rotundo, piel muy lisa y blanca, chispeantes ojos oscuros
y pelo lacio brilloso. No, también es una mujer hermosa que conquista por la
seguridad en sí misma, por su carácter expansivo y por esa simpatía que derrite
a las fieras y doma a las bestias a fuerza de sonreír y mirar directamente a
los ojos a su interlocutor de turno.
Viene de estar dos años en su pueblo natal (donde no tuvo ni
quiso tener un hijo, ¿quedó claro?) y ahora regresa al mainstream con toda la fuerza de su voz prodigiosa, dispuesta a
comerse el mundo y a dispararse en los ranking de los más vendidos y
escuchados.
Lo hace con un disco que llamó Inédito, de donde extrajo el primer sencillo, “Bienvenido”, una
tonada pegadiza cuyo videoclip se grabó en Holanda y muestra a una Pausini en
plan hippie, con un aspecto retro y una actitud optimista que se agradece en
los tiempos que corren.
¡Ah, los ’60!
- Por supuesto que no viviste la época de los
’60, pero…
- ¡Sí,
ya sé! ¡Soy fanática!
- El videoclip de “Bienvenido” parece sacado
del flower power…
- O
de Woodstock. Absolutamente. Sucede que mi padre es músico. Toca los teclados y
el bajo en un piano bar. En mi casa, de niña, había mucha música alrededor. Mi
padre, además, vivió los ’60 a pleno y me enseñó muchas canciones de la época,
me mostró muchas fotografías de Woodstock, un festival del que siempre me
hablaba. Así que cuando escribí “Bienvenido”, que se refiere un poco a la
libertad y a la necesidad de mostrarnos al mundo tal cual somos, sin disfrazar
nuestra manera de ser a pesar de que todo el tiempo estamos siendo juzgados por
nuestro aspecto, me surgió la idea de hacer un homenaje a los ’60. Así que me
puse a mirar fotos en Internet y viendo esa ropa bellísima que se usaba entonces
dije: - ¡Sí!, lo quiero hacer.
- Y lo hiciste…
- Sí.
Como soy fanática de la moda, quise vestirme con esas ropas hermosas. Hicimos
el video en Ámsterdam, sin actores. Todas las personas que participan son mis
fans. El director hizo un casting a través de mi página oficial y los ganadores
se hicieron acreedores al boleto a Holanda y pasamos juntos tres días
bellísimos. Fue muy divertido, porque sólo pusimos la música y yo hacía mímica.
No la podía pasar porque somos muy cuidadosos con los materiales antes de que
salgan en forma oficial, pues si no lo haces pasas malos ratos cuando aparecen
clandestinamente en la red. Debo decirlo: no canté porque tenía mucho, mucho
miedo de que me grabaran y que luego subieran el material a Internet. No
obstante fue una bella experiencia, porque normalmente los videos los haces
sola, dentro de un cuarto…este fue con toda la gente al aire libre, riéndonos,
vestidos fantásticamente…
- Los ’60 siempre vuelven, son inevitables…
- Por
supuesto. Lo que mi padre siempre me cuenta es que esos días se vivían con otra
mentalidad y que ahora mi generación se hace problema por todo. Tiene razón,
vivimos en una época muy difícil.
- Bueno, por lo pronto en esa época podías
cantar sin ningún temor a que te grabaran y luego subieran el material a Internet…
- Totalmente,
yo soy muy miedosa al respecto, ¿sabes?. Porque escribes una canción y la
conservas durante un año, para darla a conocer en el momento que tú consideres
apropiado. Pero si alguien la descubre antes no tiene ningún reparo en colgarla
en la red y compartirla sin ningún
permiso. Eso lo encuentro horroroso. Por una parte comprendo a la gente que no
quiere gastar dinero. Si vas a una tienda y te dan toda la ropa gratis, la
tomas. Sin embargo, creo que el problema grave de mi generación es que no tiene
reglas para respetar, lo cual no es justo. Tendríamos que ser más disciplinados
y respetuosos. A veces, hasta los políticos nos prometen cosas que luego no van
a cumplir y lo hacen sólo con una motivación electoral, para que los votemos.
- Bueno, en la política Italia no lo tiene
nada fácil…
- Pero
no sólo somos nosotros. También Sarkozy tiene problemas en Francia. Si te
refieres a Silvio Berlusconi, era un hombre que parecía dedicarse mucho a la
nación, pero en su vida personal elegía cosas con las que mucha gente no estaba
de acuerdo.
- ¿Eres del Norte o eres del Sur?
- De
ninguno de los dos (risas). Digamos que soy de ambos, aunque me siento un
poquito más del Sur. Ahora están diciendo que quieren dividir a Italia entre
los del Sur y los del Norte, algo que me resulta absolutamente ridículo. Lo que
pasa en mi país es que se habla más de chismes de la farándula que de las cosas
que realmente importan…
- Bueno, tú eres un poco víctima de eso, ¿no?
- Y
sí, aunque ya estoy acostumbrada. Ya me hicieron mamá como 15 veces (risas).
Debe de ser que porque hablo tanto y canto tanto del amor y en las entrevistas
que me hacen desde que tengo 18 años siempre digo que lo que me falta cumplir
es tener un hijo. Esa es la verdad. Aún no he sido madre y en mi carrera profesional
ya he recibido mucho más de lo que ni siquiera me atrevía a soñar. En lo
personal me falta un marido, me falta un hijo, pero no tengo una obsesión con
el tema. Sucede también que soy una chica tranquila, cuando no estoy de gira no
voy a las fiestas ni hago mucho escándalo. Entonces tienen que inventarse algo
y lo más fácil es decir que estoy embarazada. Como me gusta mucho comer a veces
me ven con algunos kilos de más y comienzan las especulaciones.
El sol de Roma en septiembre
Laura Pausini le canta al paisaje
y a las emociones. Y a las emociones ligadas con su entorno. No falta, por
ejemplo, en su nuevo disco, una mención al sol que cae en las tardes de Roma
durante septiembre, que pinta una postal en la que cualquiera le gustaría
estar.
- ¿Vives en Roma?
- Vivo
entre Roma y Milán. Ahora vengo de estar un tiempo largo en el campo, en
Bologna, donde vive mi familia. Me escapaba, eso sí, algunas veces a Roma,
porque mi novio, es de allí (N.d.R: Paolo Carta, guitarrista, con el que lleva
muchos años de relación). En Milán siempre hay lluvia y en Roma siempre hay
sol, es una ciudad espectacular, cuyo paisaje te ayuda a enfrentar incluso los
momentos difíciles.
- Haber nacido en el medio de las dos
ciudades, te permite ser amiga de Biagio Antonacci, que es de Milán, y de Eros
Ramazzotti, que es romano…
- Sí,
Eros ya no vive en Roma, vive en Milán, pero te aseguro que todavía es
furiosamente romano. Biagio, en cambio, tiene una manera de ser más elegante,
más reposado. Me gustan ambos, pues soy una persona contradictoria. Soy dulce,
pero también tengo mis buenos momentos de ira. Adoro el blanco, pero uso negro.
No sé si sabes, pero la gente de Milán odia a la de Roma y viceversa. Yo amo
Milán y amo Roma.
- Es una lástima que Antonacci no haya
triunfado en Latinoamérica, aunque es un artista tan importante en
Italia…¿crees que se debe a lo difícil que es traducir una canción del italiano
al español? Parece que tú y Ramazzotti han sabido hacer las cosas muy bien en
ese sentido…
- La
verdad es que he tenido mucha suerte. Desde que tradujeron mi primera canción
al español lo hizo un señor muy talentoso llamado Ignacio Ballesteros. Yo no lo
conocía de nada y me acerqué a él por sugerencia de mi casa de discos en
España. Fue muy bueno. Él es poético al traducir, pero no cambia las cosas que
quiero decir. Siempre fue muy respetuoso con mis ideas y encuentra sí o sí la
manera de expresarlo en español. Ahora está viejito y me ayuda su hijo, aunque
siempre con su supervisión. Sin su okey no me largo a cantar una canción mía en
español…
- El problema es que por las malas
traducciones o por la falta de ellas la gente se pierde a autores como Franco
Battiato, Gianmaria Testa, tan buenos que son…y tantos otros…
- Es
que esos artistas no son cantautores, son poetas en toda la dimensión. Es muy
difícil traducirlos. He hablado con muchos de ellos sobre el tema, sobre todo
cuando hice mi disco Yo canto, en que
homenajeaba a unos cuantos cantautores italianos…, pero la verdad es que no
están muy interesados en ganarse público en Latinoamérica o en que sus
canciones sean pasadas al español. En mi propia tierra, si quieres escuchar a
Franco Battiato, que es genial, no lo verás nunca en la televisión, no lo
escucharás en la radio, tienes que ir a sus conciertos o comprar sus discos. Es
una forma diferente de entender nuestro trabajo…
- ¿Qué te ha dado Latinoamérica?
- Todo.
Me recibieron de una manera muy especial desde el principio, lo que hace que
jamás me sienta extranjera en Latinoamérica y ese es el motivo por el cual
regreso siempre. Sé que a veces ser extranjero te da ventajas. Al menos en
Italia cuando aparece un americano en el escenario todos se vuelven locos. Pero
en mi caso no me siento cómoda en el papel de extranjera y aquí soy una más.
Los italianos, además, suelen tener un concepto bastante antiguo de
Latinoamérica. Las ciudades en este continente suelen ser mucho más modernas
que las nuestras y su gente mucho más abierta que nosotros.
- ¿Qué es Inédito
en tu carrera?
- Es
mi disco más íntimo. Todas las canciones fueron hechas en el campo y en un momento
especial de reencuentro con mi pasado, con mis amigos de la escuela, mis
maestras de la primaria, las personas que ahora son viejitas y que me
conocieron cuando yo era una niña…todo eso está en mi disco (N.d.R., es del
disco 12 en la carrera de Pausini, que ya lleva 50 millones de placas vendidas
en todo el mundo a lo largo de su carrera).
- Este disco tiene un concepto más
corístico…no está tanto la voz en primerísimo plano, al menos en algunas
canciones…
- Es
verdad…lo que pasa es que tengo una excelente relación con mis coristas, que en
el show que presentaré a partir de enero, cantan también en solitario. Es un
nuevo concepto para las voces, porque quiero que mi público los escuche.