sábado, 1 de octubre de 2011

EL CIELO DE LA TELEVISIÓN POR CABLE BRILLA CON ESTRELLAS PROPIAS

La frontera entre la televisión abierta y la de paga es lábil y cada vez más difusa. Si en tiempos de nuestros padres, la también llamada pantalla chica servía para dictar costumbres, construir modelos a imitar y, al mismo tiempo, espantar, doblegar o calmar los gritos inoportunos de nuestras buenas conciencias, ese papel le corresponde ahora a la tele privada, que en México ha tenido un fuerte crecimiento.

De acuerdo a una nota aparecida en la revista especializada Summa, “el negocio de la televisión de paga se consolidó como el cuarto con los mayores ingresos dentro del sector de telecomunicaciones en México, desplazando incluso al segmento de Internet y banda ancha”.

Al cierre del 2009, la base de suscriptores de televisión paga en México llegó a 8 millones de usuarios, cifra que se compara positivamente contra los 6 millones 992 mil registrados en el 2008, es decir un aumento en la base de clientes de casi 16%.

Con estos números no sorprende que de esa esfera antes constreñida a unos pocos privilegiados que tenían cable hayan surgido verdaderas estrellas televisivas que, por las características de sus programas y quizás por las propias cualidades del medio, tienen una presencia protagónica en nuestras vidas cotidianas.

La pantalla cableada se hizo grande con lo micro, apelando al sentido común y ofreciendo más que nada un servicio a la creciente comunidad de espectadores. Comenzó a hablarle al televidente con un tono casi íntimo y familiar y ofreciendo soluciones a una infinita gama de problemillas caseros.

Adelgazar, cocinar, aprender a hablar en una lengua que no es la propia, cómo reaccionar frente a un familiar que sufre alguna adicción, cómo imponer disciplina a los adolescentes demasiado rebeldes, cuidar bien a las mascotas, distinguir entre un vino bueno y otro que no lo es tanto: la televisión de paga se ha convertido en una verdadera maquinaria de soluciones.

Lo que antes le preguntábamos a la abuela o a la tía veterana, hoy se lo consultamos al chef más famoso del mundo, al entrenador de perros que de tanto aparecer en la pantalla ya parece un primo a quien se menciona por su nombre de pila o a la médico forense que nos lleva a un viaje por el cuerpo humano con un escalpelo en la mano y otro imaginario en la lengua en un programa no apto para cardíacos o gente muy impresionable.

Frutos jóvenes de una buena idea que encontró en la pantalla flexible de la televisión por cable un territorio para desarrollarse, los nuevos conductores y especialistas suelen también ser el rostro visible de una sólida industria que produce no sólo el programa de tele, sino también libros, discos compactos, prendas de vestir, objetos varios.

Las estrellas televisivas del siglo XXI, además, se presentan como expertos en ese difícil arte de llevar a la fama a personas comunes, a las que guían dándoles consejos de cómo decorar su casa o cuál es el traje que más le conviene para su boda.

En el vertiginoso océano de programas que inundan la pantalla paga, ese gran negocio que en sus inicios había prometido no tener avisos publicitarios, algo que evidentemente no cumplió y que a los espectadores en ascenso parece no importarle, se destacan ciertos personajes que han tenido un éxito arrollador.

Crean tendencia, dictan normas de conducta, son citados en reuniones familiares y de amigos como verdaderos gurúes de la materia que presentan en sus venerados programas y son aplaudidos por una gran cantidad de gente que reparte igualitariamente su admiración entre el esnobismo y la pasión verdadera.

DÍA SIETE hizo una selección de estos inesperados líderes de opinión, siempre listos para brindar sus conocimientos a un solo toque de nuestro control remoto.



Gordon Ramsay: el cocinero loco



Con doce estrellas Michelin, un holding que mueve millones merced a 17 restaurantes que llevan su sello en ciudades como Londres, París y Dubai, entre otras y un concepto gastronómico que propicia el equilibrio exacto entre “los platos más populares y la experimentación con nuevos sabores”, el escocés Gordon Ramsay (14 de noviembre de 1966) se ha convertido en uno de los chefs más importantes del mundo.

Claro, también están el rostro con esas arrugas proverbiales, su temperamento fogoso, esa manera de insultar a mil palabras por segundo, un cuerpo de ex futbolista que mueve eléctricamente mientras en la cocina el aire se corta, literalmente, con un cuchillo, que lo convierten en una mezcla explosiva de muchacho pandillero, provocador y muchas veces genial que reina en la pantalla de la televisión por cable.

Programas como The F Word, Ramsay’s Kitchen Nightmares, Hell’s Kitchen y Cookalong, transmitidos por la BBC Entertainment, Casa Club TV y Fox Life TV, le han dado al célebre cocinero de la realeza británica una ubicuidad televisiva extraordinaria. En términos de exposición mediática y en grado de inserción en el imaginario de los espectadores locales, sólo el entrenador de perros mexicano César Millán podría discutirle algunos puntos.

La edición en nuestro país de sus libros Un chef para todo el año y Cocina del mundo, a cargo de la editorial Planeta, han ensanchado aún más el territorio de un público vernáculo que lo venera y lo sigue con una fidelidad extendida en las conversaciones familiares, en un año que también ha tenido sus puntos oscuros para el carismático chef.

No sólo la crisis económica lo han obligado a cerrar sus locales en Nueva York y Praga, sino que también el fisco estadounidense lo persigue para cobrarle una deuda de medio millón de dólares. Como si fuera poco dolor de cabeza, un participante de su reality show Ramsay’s Kitchen Nightmares se ha suicidado arrojándose a las aguas del Hudson.



Para sacudirse la mala vibra está su gran amigo David Beckham, con quien –se comenta- Gordon abrirá próximamente un pub de estilo inglés en Los Ángeles que llevará por nombre, cómo no, The Queen Vic. Para cantar Victoria, como quien dice.



César Millán: el encantador de perros



La historia de este mexicano nacido en Culiacán el 27 de agosto de 1969 es una de esas sagas de superación personal que suelen conmover al gran público y hacer más cercano a su protagonista. Como muchos de nuestros compatriotas, el conocido mundialmente como “el encantador de perros”, llegó a los Estados Unidos con una mano atrás y otra adelante y, fundamentalmente, sin una green card.

Nadó por el río Bravo y al llegar a territorio estadounidense primero fue un indocumentado que probó suerte empleándose en una peluquería para animales en San Diego y luego con un refugio para perros con problemas.

César quería ser el mejor entrenador de perros del mundo desde que, a los 13 años de edad, comenzara a darse cuenta de que tenía un don especial para tratar con la raza canina. Después de leerse todos los libros sobre comportamiento animal que encontrara en las bibliotecas públicas, decidió crear su propio método, una herramienta que busca la sumisión canina en un sistema donde el dueño de la mascota debe convertirse en el líder de su manada.

Estrellas de Hollywood como Jada Pinkett Smith, Oprah Winfrey, Anthony Robbins, Deepak Chopra, Dr. Phil McGraw, fueron sus clientes consentidos y luego sus máximos difusores. Con ellos se abrió el camino de la televisión y a partir de allí desarrolló un negocio multimillonario que incluye libros, colección de dvds, gorras, artículos para perros, todos contenidos en la empresa CMI.

Además de su exitoso programa y su estrellato global, César Millán tiene un proyecto multimillonario junto con Jada Pinkett Smith, la esposa del actor Will Smith, para construir un enorme parque de diversiones para perros.

Para dar una idea de su fama e influencia, hay que decir que recientemente fue parodiado en un episodio desopilante en la serie Souht Park (donde el famoso psicólogo de perros intentó con sus métodos domesticar al incorregible Cartman) y fue invitado especial al famoso programa de entrevistas de la BBC que conduce el inefable Graham Norton.

Claro que no todo es miel y rosas en el edén del sinaloense. Recientemente, mediante un comunicado a la prensa, Millán admitió haberse divorciado de su esposa durante 16 años, Ilusión Millán, una ex delincuente juvenil estadounidense que trabaja ayudando a los chicos de la calle y con la que procreó dos hijos.

El programa de Millán, que en español se llama El encantador de perros y en inglés, Dog Whisperer, se transmite a más de ochenta países.



Gok Wan: el Dios de la autoestima femenina



Hijo de padre chino y madre británica, nacido en Leicester en 1974, Gok Wan consigue muchas cosas con su célebre programa How to look good naked (Cómo verte bien desnuda). Por lo pronto, con una gran reserva personal de pañuelos de papel, obtiene profusos llantos de las numerosas mujeres que se acercan a verlo en sus presentaciones públicas o en su popular show. Al final, cuando luego de un prolijo acicalamiento y una dulce mirada sobre el cuerpo femenino que se le ponga enfrente, las damas en cuestión se quitan toda la ropa y desfilan a pecho descubierto con una cara de satisfacción y una confianza en sí mismas que jamás hubieran imaginado, el estilista y conductor recibe sonrisas, abrazos y elogios varios.

Como bien dice la periodista de The Observer Rachel Cooke, que lo entrevistó en 2007, todo es “magnífico” en el universo Wan. Quizás porque él mismo fue un adolescente hiperobeso hasta los 20 años, cuando mediante una dieta de choque que duró nueve meses se sacó 40 kilos de encima. Quizás porque tardó en aceptar su evidente homosexualidad y mucho más demoró en decírselo a sus padres, “por miedo a perderlos”. Lo cierto es que Gok Wan, es positivo hasta el hartazgo. Para él, los defectos físicos son tan inexorables, “salvo que te hagas una cirugía, tendrás que aprender a vivir con ellos”, que constituye una verdadera estupidez amargarse la existencia por ellos.

Él, por ejemplo, ha confesado que “no lamento haber sido gordo en absoluto. Aún cuando era enorme me ponía un chaleco bonito y me sentía de maravilla”.

Entre polvos de maquillaje, ropa interior de seda, 90 mil seguidores en la red de Twitter, el conductor celebra el cuerpo femenino, cualquiera sea su tamaño y su peso, para poner en evidencia que no hay mejor negocio que vivir teniendo confianza en uno mismo.

Vocero de la organización británica Kidscape, Wan lucha contra la discriminación y la intimidación infantil, de la que él mismo fue objeto por “mestizo, gordo y gay” durante la escuela primaria.

En noviembre del 2009, Gok le dio a su cruzada por la confianza en uno mismo, tintes políticos al entregar una petición con 45,000 firmas en la sede del gobierno británico para que se incluyan clases de imagen personal positiva en los programas de estudio escolares.

Su programa, que ya va por la tercera temporada, ha tenido tanto éxito, que cuenta ahora con una versión en Estados Unidos, que lleva el mismo nombre y que conduce Carson Kressley.



Graham Norton: La irreverencia al poder



Nadie es más irreverente, más hilarante y más mordaz que este irlandés nacido en 1963 en el condado de Cook. Conductor de El show de Graham Norton, uno de los programas más vistos de la televisión inglesa y que en nuestro país transmite todos los jueves el canal en español de la BBC, el también cómico y actor de cine, ha conseguido que todas (decir todas no es una exageración) las celebridades de Hollywood pasaran el examen de su sarcasmo y consiguieran mostrarse tan cool y evolucionadas como el mejor humor inglés.

En su show, Isabella Rossellini explicó con unas posturas físicas inolvidables cómo tienen sexo los animales, el director Tim Burton se mostró locuaz y sociable y el siempre sobrado Robert Downey Jr., se tragó unas cuantas dosis de desesperación cuando, al presentar la película Sherlock Holmes, vio cómo en unos cuantos tramos del programa Graham le daba la espalda o de plano lo ignoraba para interactuar con el público.

Nada de flema británica: más bien, una manera feroz de reírse de todo el mundo, sobre todo si es célebre (Amy Winehouse, Camilla Parker Bowles y Susan Boyle están abonadas al programa) y un modo inteligente de burlarse de sí mismo sin contemplaciones ni enmascaramientos.

Uno de los episodios inolvidables del programa de Graham lo protagonizó el incombustible Ozzy Osbourne, quien acompañado de su no menos pintoresca esposa Sharon, no escondió las ganas de ir al baño y llamó tonta en su cara a la australiana Olivia Newton John, cuando esta hablaba de las presuntas bondades de una hierba del Amazonas que comercializa su marido.

Jan Garavaglia: La doctora Muerte




Un cerebro trepanado a la luz de la cámara televisiva, un estómago abierto en dos y que muestra los tumores imparables de un cáncer de páncreas que el occiso ignoraba que tenía, el rostro afable de la médico forense Jan Garavaglia, quien al frente de su programa Doctora G, transmitido por el Canal Infinito, explica con rigor científico las causas de muertes misteriosas en personas que perdieron la vida en forma violenta o accidental.

El show (no puede llamárselo de otra manera) tiene una vertiente morbosa que hace que el espectador mantenga la atención fija hasta el final y posee también un aspecto didáctico indiscutible. Frente a ese enigma insondable de la vida y la muerte, la profesional antepone la ciencia como camino de luz.

No faltan los consejos para cuidar la salud ni la mención de los modos de prevención para evitar las muertes sorpresivas.

De hecho, la médico tiene un libro editado por Random House Mondadori titulado, precisamente, How no to die (Cómo no morir).

Nacida en Missouri en 1956, madre de dos niños, Jan se ha convertido en una estrella televisiva merced a los casos escandalosos que suele esclarecer, como el acaecido en una funeraria de Florida, cuando fueron encontrados 37 cuerpos en avanzado estado de descomposición. El trabajo de Garavaglia y de su equipo permitió detectar el crimen cometido por el dueño de la casa de sepelios, quien para ahorrarse el dinero de los ataúdes que cobraba puntualmente a los familiares de las víctimas, colocaba varios cadáveres en un mismo cajón y luego los enterraba.



Jools Holland: el dueño de toda la música



Para cualquier melómano que se precie, resulta frustrante ver el adictivo show del inglés Jools Holland, quien es además músico y fundador de la banda Squeeze. No sólo porque el programa que transmite dos noches por semana la cadena HBO deviene en exquisito compilado de lo que puede considerarse la mejor música del mundo del momento, sino también porque frente a tanto despliegue de conocimiento por parte del célebre conductor, cualquiera que se considerara experto en la materia quedaría como un soberano ignorante.

Sin embargo, no hay soberbia ni pedantería en este auténtico caballero británico que inició su carrera televisiva en 1994 al lado de la finada Paula Yates (la ex de Bob Geldof y de Michael Hutchence, muerta por una sobredosis de drogas en el 2000) y cuyo trabajo como difusor de la música se ha constituido en un verdadero trampolín a la fama para los más variados grupos y solistas de todo el mundo.

El argentino Andrés Calamaro, por ejemplo, a menudo declara que uno de sus sueños es ser invitado por Jools a tocar a su programa y los mexicanos de Café Tacvba fueron oportunamente seleccionados por el conductor, pero no pudieron aceptar el convite por problemas de agenda.



Estilos, tendencias, figuras en ascenso…los latinos y mexicanos de moda




No tienen el poder de un Gordon Ramsay ni la masividad de un César Millán, pero su trabajo en la televisión por cable ha vuelto a sus rostros familiares y a sus programas verdaderas citas de culto para los espectadores más avezados.



1) Jorge Lanata: El fundador del periódico argentino Página 12 es un animal de redacción y siempre dice que ha venido a este mundo a escribir. Así que para él fue todo un desafío aceptar la televisión como uno de sus medios de expresión. No le fue mal y hoy es una de las estrellas de Canal Infinito, que ha transmitido su serie BRIC, donde el profesional nos ha explicado cómo se divide el poder en el mundo contemporáneo. Ahora prepara un programa que lo llevará por todo el mundo a entrevistar a las 26 personas que están cambiando el planeta.

2) Paulina Abascal: Nadie con esa voz podría haber triunfado en la televisión, pero la chef mexicana ha tomado el ejemplo de la actriz estadounidense Fran Drescher, quien con esa sonoridad de silbato en su garganta triunfó al frente de la serie The Nanny, y decidió comerse la pantalla televisiva conduciendo un programa para el Canal Gourmet en el que enseña a hacer postres. Nadie la iguala en la alquimia de los chocolates, las fresas y las mieles de un éxito que disfruta con su garganta profunda y almibarada.

3) Dave Salmoni: Muerto el rey, hacía falta otro monarca que se animara a enfrentar a los leones y los tigres más temibles en su propia guarida. El estadounidense Dave Salmoni anima la pantalla de Animal Planet con un programa que se llama Ataque salvaje. Se hace llamar “experto en depredadores” y su coraje evoca al que ostentaba el finado Steve Irwin, el cazador de cocodrilos.

4) Aquiles Chávez: Un bigote extenso y la cara más simpática entre todos los chef televisivos han hecho al mexicano un imprescindible entre los programas de cocina. Con El toque de Aquiles, que transmite Utilísima, el joven tabasqueño ha reinventado la cocina mexicana (si es que eso fuera posible en una gastronomía tan compleja como la nuestra).

5) Mary Portas: La elegante inglesa es un bálsamo en la pantalla de la BBC para Latinoamérica, cuando con su proverbial amabilidad y su indiscutible ojo experto para abrir las tiendas más atractivas, acude en ayuda de los comerciantes desesperados. Su programa se llama Queen of shops y ella es, efectivamente, la reina de las tiendas.

6) Kim Woodburn y Aggie Mackenzie: Temibles y obsesivas, al punto tal que una de ellas una vez se puso a limpiar un monumento en plena calle de Roma, las señoras inglesas entran en casas absolutamente sucias y que sólo ellas encuentran, para dejarlas transparentes y brillantes. Con escoba en ristre y guantes de goma, las conductoras del programa de la BBC How clean in your house no son recomendables para quienes acostumbran esconder la basura debajo de la alfombra.

7) Max Espejel: Este adorador de la música de Gustavo Cerati y de Paolo Conte, degustador contumaz de las cocinas china y mexicana, se ha convertido en uno de los talentos más reputados del Canal Infinito, gracias a su programa especial para el Día de la Tierra, un maratón de 24 horas que llevó a cabo en 2010. Desde 2009, el mexicano que inició su carrera en el Canal 11, conduce In coming.

8) Nigella Lawson: la inglesa tiene uno de los rostros más perfectos de la televisión por cable y al frente de dos programas en el Canal Fox Life, la chef y entrevistadora de celebridades muestra su desparpajo y su gusto sensual por la comida bien hecha y abundante. Nada de dietas ni de comida “sana” y sin sabor. Adorable.

9) Jamie Olivier: el niño mimado de la cocina inglesa rescata chicos de la calle a los que les da una oportunidad de hacer una carrera en la gastronomía y de regentear su propio restaurante. También tiene otro show (en Fox Life) donde da rienda suelta a sus extravagantes ideas culinarias. En otro aparece cuidando a sus niños, visitando a sus abuelos o practicando esquí acuático.

10) Chepina Peralta: uno de los íconos de la cocina mexicana no se ha sustraído a la moda de aparecer en la televisión y, al frente de su programa Chepina en tu cocina descubre los secretos de sus recetas nutritivas. Va por Utilísima.

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