jueves, 18 de octubre de 2007

ENTREVISTA A JUANES



Juan Esteban Aristizábal, nacido en Colombia el 9 de agosto de 1972, quería hacer un disco de rock. Quería que este, su cuarto disco en solitario, fuera la expresión cabal de un muchacho crecido al albergue de los sonidos metaleros, de los gritos desgarrados de una cultura pop que sabe reciclarse a fuerza de golpes de bataca y punteos eléctricos en guitarras propicias.
Lo ha logrado. Con ello también ha logrado vencer las desconfianzas del personal más avispado, aquel que no compra discos por impulso y prefiere vigilar la evolución artística de un cantante y autor que ha arrasado con cuanto mercado se le pusiera enfrente.
Viene Juanes de un divorcio y de una posterior reconciliación con su esposa, la modelo colombiana Karen Martínez; vive a destajo su nueva función de padre de las niñas Luna y Paloma. En su casa de Medellín, come bandeja paisa preparada por su padre y acepta que para sus hermanos seguirá siendo ese chico molesto que cantaba fuerte y aporreaba la guitarra en las horas de la siesta.

MARISTAIN: ¿Cómo empezó el contacto con el argentino Andrés Calamaro, que participa en su último disco?
JUANES: La relación comienza por la canción, básicamente. Compuse “Las minas piedras” a partir de una visita que hice a uno de los municipios de Antioquia que ha sido muy afectado por las minas. Desde que la canción empezó, con la idea del piano y la voz, siempre pensé en Calamaro, que fuera él, porque digamos que intencionalmente, buscaba una forma de visualizar este problema y aprovechar la magia y credibilidad de Andrés para poderlo hacer. Yo no lo conocía personalmente, pero sí su música desde Los Abuelos de la Nada, Los Rodríguez. hasta sus discos como solista. Cuando estábamos grabando en Los Ángeles, le pregunté a Gus (Gustavo Santaolalla), ‘tú qué onda con Calamaro, ¿tienes buena nota o qué?’ y me dijo ‘claro, nos conocemos desde jóvenes’, y fue cuando le dije lo que quería hacer con él. Coincidió que en ese momento Gustavo viajaba a Argentina...
MARISTAIN: A ver sus viñedos...
JUANES: Claro, a ver esos viñedos del Don Juan, y se vio con él en un hotel y le mostró el MP3 en el Ipod de la canción. Yo sabía que Andrés era muy complicado y que tal vez sería difícil, pero Gustavo me mandó un mail y me dijo que Andrés escuchó la canción y que le gustó, y ya te imaginarás la felicidad tan tremenda. Desde ahí nos comenzamos a escribir por mail, para saber cómo iba y qué había pasado. Después nos encontramos en Buenos Aires, hace ya casi dos meses, estuvimos en un estudio que es precioso, no recuerdo el nombre ahora...
MARISTAIN: Los estudios ION, de 1960.
JUANES: Sí, un clásico total... Ahí lo conocí en persona y realmente sentí una vibra y una buena onda de él que le agradezco sinceramente. Cuando estaba en la consola con Andrés a mi lado, casi paro a la mitad de la canción porque no podía creer que estuviera cantando mi canción, con esa voz tan particular, con ese carácter de voz, algo mágico y sobre todo con esa canción que tenía un sentido tan fuerte para mí.
MARISTAIN: Comprobó que Andrés no es una persona muy complicada
JUANES: Conmigo no lo ha sido, conmigo fue una maravilla, lo vi muy enamorado de su hija, de su esposa, de su música, su disco anterior El Palacio de las Flores, me parece genial. Y le pregunté, ‘que no ese disco había salido hace un año’ y me dijo, ‘sí, pero ya quería hacer otro’. Es ya como su costumbre.
MARISTAIN: Lo de la pareja con Gustavo Santaolalla le sigue funcionando perfectamente.
JUANES: La verdad que sí y también con Aníbal (Kerpel), su socio. Diría que incluso en este año, cuando Gus se ganó otro Óscar, nos íbamos a reunir tres o cuatro días después de eso, cuando eso sucedió, yo pensé que iba a ser muy difícil encontrarme con Gustavo porque ya se estaba ubicando en otro plano, y fue al contrario, Gustavo se portó más amigo que nunca, más especial. A los tres días nos sentamos escuchar en Los Ángeles los primeros demos, unos 30 de las canciones a escoger. Me dijo, ‘Juanes, vamos a caminar un rato’, yo me quedé inquieto, y me dice ‘¿qué disco quieres hacer?’. Le comenté que uno de rock, porque me gusta mucho y lo quería hacer como yo lo veo, desde la música popular y el rock, me dijo, ‘bueno, okey, tenemos que sentarnos y elegir las canciones de otra forma’. Volvimos al estudios y escuchamos las canciones y sacamos lo que no funcionaba porque había de todo, pero ya hay un método digamos de trabajo muy establecido entre Aníbal Kerpel, Gustavo y yo, nos conocemos, tenemos una amistad muy chévere y de respeto, fue súper agradable hacer este disco.
MARISTAIN: El rock es un lenguaje popular y no necesariamente está reñido con el pop...
JUANES: Sí, a mí también me lo parece. Hemos crecido con otra información de nuestros padres y de nuestros ancestros, pero hemos reinterpretado lo popular, y cada vez es más claro en las bandas como Café Tacuba, Los Fabulosos Cadillacs, en artistas como Andrés Calamaro.
MARISTAIN: ¿Cómo se va a llamar el disco?
JUANES: La vida es un ratico
MARISTAIN: Es un sonido absolutamente distinto al del anterior, un sonido muy abierto, una instrumentación muy poderosa y una voz en pleno.
JUANES: Quería un disco en que el yo tuviera más comunión con la guitarra, con los elementos básicos del rock, me refiero a que en este disco podemos intimar directo y más fuerte porque hay menos elementos: hay un bajo, dos guitarras, una batería, una percusión, nada más, no hay otra cosa. Hay menos elementos que en discos anteriores, no hay programaciones, no hay loops ni nada...
MARISTAIN: Es un disco que podría funcionar con power trío en un escenario y punto.
JUANES: Exactamente, todas las canciones funcionan así y yo me lo planteé en esa forma. Y también el canto. Hay canciones en que la tonalidad de la afinación está más alta, entonces eso hace que la voz esté más intensa, hay más compromiso con la voz porque he estudiado, he tratado de mejorar y cantar mejor...
MARISTAIN: Hay ciertos cambios, cierto, como falsetes y desgarritos de la voz que no le había escuchado antes.
JUANES: No todas la canciones tenían esos falsetes, pero en algunos demos estaban planteados y cuando los escuchó Gustavo dijo, ‘¿qué es esto?’, y le decía que mi voz y el me contestaba ‘¿por qué nunca lo habíamos usado?’.
MARISTAIN: Es, sin duda, un disco más lírico...
JUANES: Creo que sí. No sé, es muy raro porque cada vez que uno dice, es el mejor disco, pero en verdad sí lo siento así, y con Gustavo lo he platicado mucho, porque siento que es este disco mucho más concreto, lleva la música como a otro lugar pero sin perder la esencia, como que hay canciones bailables pero como una forma de bailar el dolor. Hay una forma de nostalgia, como en el primer disco Fíjate bien, y tiene angustia y tristeza, pero al mismo tiempo es muy colombiano y muy latinoamericano. Por lo menos yo lo siento así.
MARISTAIN: Las ocho canciones que escuché parecen primeras tomas, pero es un engaño, ¿no?
JUANES: Claro (risas)
MARISTAIN: Pero sí crean esa como ilusión sonora de que llegó, las tocaron y ya está...
JUANES: Sí, eso es algo que me gustó mucho de este álbum que no tiene los otros. Suena como si estuvieran los cuatro tipos metidos en una sala, y realmente no hay cuatro tipos, porque yo toqué todas las guitarras, fuimos a Los Ángeles a hacer las baterías...
MARISTAIN: ¿A la batería también la tocó usted?
JUANES: No, lo hizo Víctor Indrizzo, un baterista que ha grabado con Café Tacuba, con Beck, un gringo que toca durísimo; el bajo lo tocó Fernando Tobón que es un músico amigo mío de toda la vida, que toca en Medellín, y las guitarras las hice yo, los arreglos de cuerdas fueron hechos con David Campbell con quien hemos trabajado todos los discos anteriores, y el acordeón es de Chelito de Castro, un musicazo colombiano de Barranquilla, Emmanuel Briceño tocó el piano...
MARISTAIN: Esos punteos de guitarra son suyos, entonces. Mire usted...
JUANES: (risas) todas las guitarras las hice en mi casa. El 60 por ciento del álbum lo hice en Medellín, en mi casa, en mi estudio, guitarras, percusiones, acordeones, coros, voces y ya después nos fuimos a Los Ángeles para que Aníbal lo hiciera sonar de maravillas. Muchos de esos solos de guitarra fueron improvisados, digamos que sí fueron en una sola tomo o dos o tres.
MARISTAIN: ¿Se sigue haciendo los dedos sangrar ensayando, para tocar cada vez mejor?
JUANES: Sí, mira mis dedos (muestra sus dedos lastimados) yo siempre tengo la guitarra en el cuarto y siempre que tengo tiempo libre me siento y hago mis ejercicios y lo mismo con el canto, todos los días.
MARISTAIN: ¿Quiere ser virtuoso para expresarse mejor o tiene miedo de no rendir en el escenario y por eso quiere estar bien preparado?
JUANES: Yo diría que ambas cosas, no es que tenga miedo, pero quiero estar más seguro cuando canto. Si comparo hoy con lo que hacía hace cinco años, hoy es realmente un placer estar en el escenario, disfruto cantar y tocar la guitarra, me siento más seguro porque estoy más preparado. El virtuosismo de la rapidez no me interesa mucho, me importa el que está relacionado con el poder transmitir, de poder plasmar lo que uno quiere con el sentimiento necesario. Mi manera de tocar la guitarra no es nada difícil, no es complicada ni en estructura ni nada. MARISTAIN: Por transmitir, por estar como quiere, delgado, el cabello, la imagen, la guitarra, la voz, usted es un combo de sacrificio obsesivo insoportable (risas)...
JUANES: (risas) Sí, todo es expresión: la música, las letras, la ropa que uso, cómo llevo el pelo, vivo de la expresión.
MARISTAIN: ¿En algún momento se relaja y dice ‘a volar todo’?
JUANES: Sí, claro...
MARISTAIN: Me cuesta creerlo...
JUANES: No, ¿por qué?
MARISTAIN: Porque lo veo siempre demasiado prendido a todos los detalles.
JUANES: Sí, pero lo que pasa es que no me has visto cuando estoy en descanso. Aunque cuando estoy en mi casa, cómo voy a dejar de tocar la guitarra si me encanta. Para mí eso no es un trabajo, realmente. A veces me meto a Internet y busco partituras de catálogos nuevos o busco una canción de Silvio Rodríguez o de alguien que me llame la atención, o me meto a You Tube y saco el ejercicio de un guitarrista que me gusta, lo hago sin tener que estar trabajando. Me gusta leer y hago deporte porque me relaja, realmente no es algo que me esté atormentando. A veces no lo hago y me tomo mis días de fiesta y durante tres o cuatro días no hago nada.
MARISTAIN: Hace tiempo que nos conocemos...
JUANES: Sí, siete años ya. A mí nunca se me va a olvidar una pregunta que tú me hiciste, que si un día cantaría para la guerrilla y yo te quería matar (risas)...
MARISTAIN: Siempre me pasa que algún entrevistado me quiere matar. Lo que quería decirle, de todos modos, que es esta la primera entrevista que le hago como papá...
JUANES: Es verdad. Ahora soy papá de dos niñas, de las que vivo permanentemente enamorado.
MARISTAIN: Imagínese, para eso uno no está realmente preparado, la verdad...
JUANES: No lo estás, hasta que nacen y ni así, porque pasa el tiempo y uno dice ‘puta madre, es que ya soy papá’, y esa responsabilidad se convierte en algo poderoso y único para estar vivo.
MARISTAIN: Son Luna y Paloma...
JUANES: Sí, una tiene cuatro años y la otra dos.
MARISTAIN: La de cuatro ya debe hablar y cantar y hacer de todo.
JUANES: Las dos, de hecho. Incluso la más pequeña está como más metida con la música, a veces la llevo a los ensayos y está tranquila, metida en ellos.
MARISTAIN: Le paso una película de un chico que canta ‘La camisa negra’ por toda Europa y crea la sensación y no lo puede creer, y le pasó a usted. ¿Cómo fue?
JUANES: Sí, ha sido demasiado extraño, la verdad. Ha sido un sueño, pero ha sido muy positivo porque es algo que deseaba que ocurriera y sucedió cantando en español, una canción totalmente local, de la que fui influido por un señor de 75 años que nadie conocía, Octavio Meza, que empezó un género musical llamado huasca, en 1960 en Colombia y que a mí me gustaba mucho porque crecí con eso. Y eso tan local, tan de mi tierra, que me llevara por todos lados, fue muy loco.
MARISTAIN: Yo cuando lo vi en el Mundial, le juro que se me cayeron las medias. Cómo pegó en Italia esa canción...darnos cuenta de los caminos intrincados y misteriosos que puede tomar una carrera artística.
JUANES: Claro, a mí también me pareció increíble y además en Japón y en toda la gira de conciertos que hicimos. Era alucinante. En el momento yo me asustaba muchísimo porque decía ‘Ay, Dios mío, yo creo que nada más fue por la canción y qué lástima’, pero lo que pasó fue que la gente compró el disco y eso me gustó muchísimo. Qué maravilla.
MARISTAIN: En todo este recorrido, ¿no volvería a una banda? ¿O siente que los músicos que lo acompañan lo son?
JUANES: Yo diría que sí, porque en el escenario somos siete músicos y nos tratamos por igual, cada uno tiene su momento y yo no podría ser sino estuvieran ellos conmigo, es más tres de ellos han estado desde Ekhymosis hace como 12 o 13 años. Ahora bien, trabajar y componer solo implica para mí una gran libertad. Cada acorde es el que yo quiero hacer. Lo que hago por ello es que los invito después, por ejemplo, hice el demo de mis canciones y le pedí al bajista que está en mi disco si quería grabar y lo hacíamos.
MARISTAIN: ¿tiene un pequeño estudio de grabación en su casa, ya no vive en Los Ángeles?
JUANES: Sí, en Medellín. Regresé hace un año a Colombia y me he sentido bastante bien.
MARISTAIN: Porque estaban los suyos más cerca...estaba mamá más cerca.
JUANES: Sí y porque es la tierra de uno, tengo como más inquietudes y cosas en mi mente ahí, que en Estados Unidos, que también ha sido muy positivo.
MARISTAIN: Pero, cómo son cambios la vida, ¿verdad? Cuando se fue a Estados Unidos estaba convencido de que era algo que tenía que hacer y bueno, ahora no.
JUANES: Por supuesto. Uno va y viene, uno evoluciona, uno cambia.
MARISTAIN: ¿Cómo ve Medellín?
JUANES: En una transformación increíble en los últimos cinco o seis años. Es una ciudad que ha ido recuperando, cada vez más espacios y estos lugares donde antes se encontraba la violencia o la drogadicción, hoy son bibliotecas con parques y hay más sitios donde la gente se puede tolerar. No significa que la situación esté muy bien, pero de que ha mejorado, sin duda. El conflicto armado sigue, de todos modos..
MARISTAIN: ¿Cómo ve esta situación de Hugo Chávez ofreciéndose como mediador?
JUANES: Positivamente, por qué no. Han pasado 50 años de conflicto armado y está claro que todo lo que se ha hecho no ha funcionado. Es el momento de tomar decisiones alternas y si Chávez tiene más afinidad con las FARC y puede sentarse con ellas y trata de mediar, buenísimo. Yo pienso que los diálogos bilaterales están totalmente agotados. Desde que nací, tengo 35 años, he visto la misma historia. Es una opinión muy personal, pero estamos cansados de que esa situación siga y si viene este tipo y cree que puede ayudar, por qué no.
MARISTAIN: ¿Cómo es Medellín, cómo es el paisaje?
JUANES: Es una ciudad, un valle que está rodeado por montañas verdes y gigantes, el verde es muy intenso, haz de cuenta como el país vasco...
MARISTAIN: Como Pamplona o San Sebastián...
JUANES: Haz de cuenta que llegaste a San Sebastián, es exactamente el mismo lugar. Y ahora entiendo por qué los vascos que llegan a Medellín se sorprenden luego de 370 años, es igualito. Es una ciudad hermosa, moderna, la gente es demasiado amable. Las mujeres son preciosas, la gente es feliz y parrandera. Nosotros decimos que somos muy ‘echados pa’ lante’ que somos muy trabajadores, pues. Y yo diría que amo mi ciudad. Es una ciudad que ha respirado mucha violencia y eso ha hecho que la gente valore más el hecho de estar vivos. La ciudad respira otro momento ahora.
MARISTAIN: De ahí son dos personajes conflictivos de Colombia, Pablo Escobar y Fernando Vallejo, ¿no?
JUANES: Sí, es una ciudad de contrastes, definitivamente. En una esquina puedes encontrar arte y cultura, esperanza y juventud, en otra esquina cosas más difíciles.
MARISTAIN: ¿De Medellín también es Fernando Botero?
JUANES: ¿El pintor?
MARISTAIN: Si
JUANES: Claro. El presidente de Colombia también es de Medellín, Álvaro Uribe.
MARISTAIN: ¿Por qué salen de ahí tantos artistas?
JUANES: También salieron René Higuita y Chicho Serna, los jugadores de fútbol...no sé, quizá por todo lo que hemos vivido, es una ciudad con mucha inquietud. La gente tiene que pensar muchas cosas, quizás eso hace que la gente sea más activa.
MARISTAIN: Y, ¿qué come allá que sea muy rico?
JUANES: Lo más delicioso es una bandeja paisa, que es el típico plato de ahí, pero no lo puedes comer todos los días (risas)
MARISTAIN: ¿Ah, no?
JUANES: No, porque necesitas cuatro días de recuperación y un día o dos de preparación. Me lo hace mi mamá...
MARISTAIN: Es como el pozole en México, una comida muy pesada...
JUANES: Sí, en mi casa la tradición es comer bandeja paisa los viernes. Es una bandeja que tiene arroz, carne, frijoles, plátano frito, aguacate, carne molida de res y huevos.
MARISTAIN: ¿En los ojos de quién se reconoce como el Juanes de siempre, no este hombre exitoso, esa persona tan popular que es en tantas partes del mundo?
JUANES: En la casa, yo creo. En mi madre, mis hermanos, bueno, también en mi esposa y en mis hijas porque ellos son los seres que siempre están para uno. Cuando llego a la casa de mi madre soy siempre el menor de los hermanos
MARISTAIN: No lo toman demasiado en serio (risas)
JUANES: No, están felices por lo que ha pasado, pero soy el mismo para ellos.
MARISTAIN: ¿Cómo ha vivido su presencia en la prensa rosa con esto de su divorcio?
JUANES: Eso fue bien raro, la verdad, porque digamos que desde que estaba en la música y eso, nunca había tenido o me había afectado de forma negativa el reconocimiento o algo así. Un divorcio es una cosa muy personal, el dolor es terrible y de repente todos opinaban sobre algo que era muy íntimo. Yo me sentí muy extraño y ella también, sufrimos mucho, nuestras familias también y todos especulaban y especulaban. Muchas cosas fueron mentiras...
MARISTAIN: Una separación es una pequeña muerte, ¿no?
JUANES: Uy, es terrible.
MARISTAIN: Sting, en su biografía, también habla de eso y dice que es el día de hoy que no se recupera ...
JUANES: En ese momento fue duro, ahora estamos en un momento en el que estamos juntos y sentimos que nos amamos todavía y si hay eso y tenemos a nuestras dos hijas, pues qué chévere, vamos a tratar de darnos nuevamente la oportunidad. Y lo más humano que le puede pasar a cualquier pareja es alejarse uno del otro y perderse y pues nos pasó esta vez.
MARISTAIN: Sting se pregunta el hecho de cómo uno puede tener tantos éxitos y fracasar donde menos quieres fracasar...
JUANES: Es verdad. Eso es muy loco, pero tiene mucho sentido. Yo le he dedicado toda la vida a la música y he fortalecido eso, pero lo que no había fortalecido es la parte mía de las relaciones personales y el sentimiento. Es como cuando trabajas en las promociones, en los conciertos y demás, te va bien, no promocionas en casa el amor, la relación y la amistad, pues te va mal.
MARISTAIN: y además, en una actividad como la suya, es tan fácil tener las 24 horas del día súper ocupadas.
JUANES: Se van la vida, los meses, los años y lo que nos pasó fue eso, que sin querer nos fuimos alejando por las circunstancias de nuestro trabajo; de repente pasaron dos años en los que estuvimos juntos y nos veíamos mucho y cuando nos llegamos a encontrar éramos dos personas distintas.
MARISTAIN: Quiero volver Antioquia, porque se refería al tema de las minas, ¿qué minas?
JUANES: Las antipersonales.
MARISTAIN: Pero, ¿hay en Antioquia?
JUANES: Sí, esa es la parte que más tiene en Colombia.
MARISTAIN: Pero yo me imaginaba minas en Asia, en Irak...
JUANES: No, no sabes. Colombia es el país número uno en el mundo. Le siguen Afganistán y luego Camboya. Antioquia es el más minado del país. Hay 120 departamentos en Colombia, creo, de los cuales solamente uno no tiene minas, que es San Andrés Islas..
MARISTAIN: Pero, ¿cómo puede ser que en un país donde falta qué comer o salud, alguien haya tenido dinero para sembrar minas?
JUANES: Lo que empezó siendo una ideología muy válida, que luchaba por los derechos de los campesinos y la igualdad, a mediados de los 50 se ha ido transformando y se ha ido pudriendo, ahora son grupos alzados en armas para defender 3 mil millones de dólares anuales en producción de armas y drogas.
MARISTAIN: ¿Su actividad en contra de eso, de las minas antipersonales, ha tenido efecto?
JUANES: A ver, es como raro, a veces me frustro porque piensas qué impacto voy a tener contra un monstruo como éste, pero al mismo tiempo me pongo feliz porque a través de la fundación (Fundación Mi Sangre) hemos podido trabajar con lo mínimo, y hoy ayudamos a 300 familias. Lo más importante ha sido la sensibilización por el problema porque los niños, en los colegios hoy son más concientes de ello. La ciudad está más conciente y participativa, digamos desde el lado de la ciudadanía. Hace seis meses hubo una marcha, por primera vez en la historia, todo Colombia en contra del secuestro porque si las FARC quieren convencer al pueblo de algo, que lo hagan pero no bajo los métodos en los que lo están haciendo. Son violentos y no tiene sentido.
MARISTAIN: ¿Le hubiera gustado participar en el festival Live Earth?
JUANES: A ver. A veces me cuestiono mucho esas cosas. Es decir, pasó eso pero qué se hizo, qué trajo...
MARISTAIN: ¿Qué piensa de la reunión de Led Zeppelin en Londres? Con Robert Plant, Con Page, con Johnes, sin John Bonham, por supuesto...
JUANES: ¿Va a tocar el hijo, no?
MARISTAIN: Sí.
JUANES: No lo sé. A mi realmente me genera mucha ilusión poder verlos. Nunca imaginé que podría verlos, hay que ir a verlos. Es como Soda Stereo, ellos nunca habían tenido tanto éxito como en este momento. Es que son leyendas. Bueno, The Police, que si están vivos y pueden hacerlo, por qué no verlos.
MARISTAIN: De esas tres bandas que estamos hablando, por supuesto en su contexto, ¿de las tres cuales son su máximo?
JUANES: Me quedo con Soda Stereo. Aunque digamos que The Police se escuchaba tan poderoso, escuchábamos de todo, pero Soda...
MARISTAIN: Soda Stereo le marcó, digamos, un camino. Esta forma de hacer rock pop y no estar reñido con lo comercial...
JUANES: A mí sí, me parece. Tengo un respeto supremo por Gustavo Cerati, como cantante y como guitarrista. Estuve viendo el DVD de Ahí vamos, que es un show en vivo que se hizo en Buenos Aires, me senté a verlo y dije, ‘este tipo es un descarado’. Es un animal, un genio. Me encanta y es diferente porque yo escucho Soda Stereo o Cerati y me conecto de otra forma distinta a su música a como me conecto con Andrés Calamaro, a él lo escucho y es la letras y es otra onda visceral...
MARISTAIN: Es el poeta, ¿no?
JUANES: Claro, entonces cambio a Cerati y digamos Soda Stereo es como otra conexión, no sé explicarte qué es.
Hace 15 años fueron a Medellín y tocaron para 200 personas. La gente no entendía qué era eso, cómo se pintaban y se paraban los cabellos, decían: qué les pasa a estos tipos.
MARISTAIN: De la tecnología, ¿qué está usando?
JUANES: El Ipod me parece esencial, la guitarra eléctrica y el Ipod.
MARISTAIN: ¿Los DVD los ve en casa?
JUANES: No, en la computadora también o en la casa. El Iphone, lo compré pero fue un fracaso, todavía no funciona muy bien.
MARISTAIN: ¿Cómo va a ser la presentación de este disco?
JUANES: Todo lo que resta de este año estaremos de promoción en toda Latinoamérica, Europa y Asia, hasta diciembre 15, más o menos, quizás hasta enero y febrero. Vamos a comenzar en Estados Unidos y luego vendremos a México, Centro y Sudamérica, en agosto, septiembre y noviembre.
MARISTAIN: Sabes que está por venir a México Lenine, Arnaldo Antunes, estamos muy felices y rodeados por brasileños...
JUANES: ¿Has escuchado a Ceu, la niña, la jovencita?
MARISTAIN: Sí. Escucho bastante música brasileña. ¿Usted también?
JUANES: Sí, en el iPod tengo a Gilberto Gil, un acústico precioso con Caetano Veloso, Bebe Gilberto, María Rita. Ceu me sorprendió por su manera de cantar.
MARISTAIN: Le faltaría Lenine, escúchelo que le va a encantar.
JUANES: Tendré que hacerlo.
MARISTAIN: ¿En la lectura cómo anda?
JUANES: Bien, estoy leyendo todo lo que puedo por las mañanas y las noches.
MARISTAIN: ¿Qué lee, los periódicos, las revistas?
JUANES: No, libros. El último que me leí en los últimos dos días es de un filósofo francés que se llama André Comte-Spomville, se llama Felicidad desesperadamente , y hace varios años estoy leyendo mucho sobre el conflicto en Colombia, el movimiento armado y la lucha entre los partidos y el crecimiento de las guerrillas.
MARISTAIN: ¿Cree que liberarán a Ingrid Betancaourt alguna vez?
JUANES: Es que duró seis años secuestrada..., no lo sé.
MARISTAIN: Qué angustiante es ese caso
JUANES: Sí. Hay gente que lleva 10 años secuestrada, no es justo.
MARISTAIN: Nosotros entrevistamos hace poco al actual canciller. Cuando llegó de su secuetro, ya no tenía novia, ni nada...
JUANES: Es una locura.
MARISTAIN: Además deciden por ti el destino que le toca...
JUANES: Hay más de tres mil secuestrados en Colombia en este momento, ¿tú crees que eso es justo? Cuando todo el mundo está metiéndose la maldita droga y nosotros estamos con la sangre y el conflicto y eso no puede ser.
MARISTAIN: ¿Teme que le pase algo?
JUANES: Pues no. A pesar de todo, en Colombia me siento muy bien, seguro. Yo vivo normal ahí.
MARISTAIN: ¿En serio? No tiene guardaespaldas
JUANES: Tenemos un carro con los vidrios oscuros y, a veces, lo maneja un tipo o lo hacemos nosotros mismos. Es curioso. Pienso que esa es la parte que ha cambiado mucho en Colombia. La gente piensa que es muy peligroso vivir ahí pero no, el conflicto se ha ido al campo. Ahí es donde está, desafortunadamente. En la ciudad hay más control, la gente está reaccionando y a empezado a fortalecer el carácter porque eso es lo que pasa que no asumíamos juntos el conflicto.
MARISTAIN: También la gente hace lo que puede, ¿no cree?
JUANES: Sí, es verdad. No le estoy echando la culpa a la gente, sino que somos más concientes de participar por el rumbo del país.

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