martes, 21 de febrero de 2006

UN ENCUENTRO CON ALESSANDRO BARICCO



MARISTAIN: Usted que ha estado en la RAI, ¿Cómo ve ahora este hecho de que Adriano Celentano sea como el gran revolucionario en contra de Berlusconi con su programa "Rockpolitick"?
BARICCO: No tengo nada inteligente que decir.
MARISTAIN:¿Ha visto el programa?
BARICCO: Algo
MARISTAIN: ¿Y algo le ha gustado?
BARICCO: Lo vi a Benigni y quiero mucho a Benigni.
MARISTAIN: De todas maneras la pregunta apunta un poco a ver cuál es el grado de incidencia que tienen los medios en torno al gobierno de Berlusconi que parece bastante nervioso por el tema.
BARICCO: Es una situación muy complicada. Hace falta vivir en Italia para comprenderla.
MARISTAIN: Usted, que vive en Italia, ¿puede contarnos cuál es el momento político y social de Italia que percibe? Tuvimos durante algunos años un gobierno de centro-derecha, un poco atípico por las características del líder. Pero es algo que el país deseaba, por lo tanto esta aprobado. En menos de un año habrá nuevas elecciones y veremos si el país quiere continuar así.
MARISTAIN: ¿Cree usted que hay libros que deben ser prohibidos por comerciales o no?
BARICCO: Yo pienso que ningún libro malo puede realmente hacer mal. Había libros horribles incluso en épocas de Flaubert, y hasta estoy seguro de que existieron poemas horrendos en los tiempos de Homero. No es algo que me escandalice. Y si venden mucho, finalmente es dinero que llega a las casas de edición y que ojalá sirva para publicar libros buenos.
MARISTAIN: ¿ Qué cosas lo asustan?
BARICCO: Tengo un verdadero talento para el miedo. Pero esto tiene que ver con mi vida personal.
MARISTAIN: ¿La literatura le quita todo el miedo, entonces?
BARICCO:¿Hacerla o leerla?
MARISTAIN: Digo, si sólo tiene miedo en la vida y no quiere hablar de eso, tal vez en la literatura no tiene ninguno.
MARISTAIN: Los libros son naturalmente una forma de cura y a veces una forma de evasión. Sabes que cuando aparecieron los primeros trenes, la gente tenía mucho miedo de ellos y en las estaciones se vendían libros. También se rentaban libros que uno debía devolver en la estación a la que llegaba. Esto se hacía para combatir el miedo. Así podían tener la mirada fija en algo y no ver la velocidad que alcanzaba el tren. A menudo es así.
MARISTAIN: ¿Su novela "Sin sangre" será película?
BARICCO: Hay españoles e italianos trabajando en eso.
MARISTAIN: ¿Y cuánto va de avanzado el proyecto?
BARICCO: Se hizo una adaptación y ahora poco a poco se va avanzando.
MARISTAIN: ¿Usted está involucrado en eso?
BARICCO: No, no. Siempre es mejor que el escritor no meta sus narices.
MARISTAIN: ¿En qué mete las narices?
BARICCO: En el trabajo de mis editores, en el trabajo de mis traductores...
MARISTAIN:¿Y qué encuentra?
BARICCO: Encuentro un gran deseo de trabajar bien y a la vez un oficio muy difícil, tanto el del traductor como el del editor. Se trata siempre de mejorar, pero es difícil.
MARISTAIN: ¿Por qué no da entrevistas en Italia?
BARICCO: Porque no me gusta dar entrevistas.
MARISTAIN: ¿En general?
BARICCO: En general y en Italia puedo no darlas. Sufro mucho dando entrevistas.
MARISTAIN: ¿Está sufriendo ahora?
BARICCO: Naturalmente.
MARISTAIN: Entonces cortamos aquí, no quiero que siga sufriendo por mi culpa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tu cierre es ¡majestuoso!